El pasado sábado 2 de noviembre se celebraron 344 años de la creación de Medellín. Muchos creen que Medellín tiene dos cumpleaños, uno en marzo y el otro en noviembre, pero es un error: oficialmente solo hay un cumpleaños. Desafortunadamente se ha interpretado la fundación del pobladito de indios o resguardo llamado San Lorenzo de Aburrá, en marzo de 1616, como la fundación de Medellín. Pero, hay que entender que en la legislación de las Indias, una cosa era fundar un poblado, otra cosa era fundar una villa y otra muy distinta fundar una ciudad. El poblado de San Lorenzo siempre tuvo la categoría de resguardo, nunca de villa y menos de ciudad: era un resguardo para los indígenas.
Allí existió la primera iglesia del valle de Aburrá, la de San Lorenzo, que se cayó con el tiempo y nadie reconstruyó. Se dice que alrededor de ese templo empezó a habitarse el Aburrá, pero no. El Aburrá empezó a habitarse alrededor del sitio de Aná, en la confluencia de la quebrada Aná (Santa Elena) y el río Aburrá. Cuando ya no existían ni el resguardo ni la iglesia, el culto a San Lorenzo fue trasladado en 1720 a donde hoy está la iglesia de San José del centro. La actual San José de El Poblado fue construida en 1876, nada que ver con la de 1616.
El valle de Aburrá empezó a ser habitado desde 1574, cuando don Gaspar de Rodas obtuvo tierras para pastar ganado. Para 1616, cuando se fundó el resguardo de San Lorenzo, vivía mucha gente en este Aburrá, que mal trataba a los aborígenes, por eso la Corona decidió cuidarlos, resguardándolos. Hacia 1675 ya unas 3.000 personas habitaban el Aburrá. Este lugar no se conocía como “San Lorenzo”, sino como Aburrá (geografía) o Aná (indígena) o La Candelaria (ya existía el templo). Entonces los aburreños presionaron para tener villa y no depender de la capital, Santa Fe de Antioquia. Después de forcejear muchos años, lograron que se creara la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de “Aná”, que finalmente terminó con el nombre de “Medellín” en la Real Cédula, y cuya publicación se hizo el 2 de noviembre de 1675. El afán de envejecer a la ciudad data de 1966, cuando algunos concejales de la época difundieron el error, y no lo hemos podido corregir.