La semana pasada Pekín decidió poner en marcha un experimento que, de resultar, pudiera ser útil a los fines de debilitar la moneda norteamericana. Ello se inscribe, claro está, en su propósito de afianzar su presencia dentro del espectro geopolítico del momento. Anunció el gobierno chino que su Banco Central procedería a crear una moneda digital, el e-RMB y que dejarían de usar el dólar en sus transacciones bursátiles. El periódico británico The Guardian fue de los primeros en recoger el hecho señalando...