Síguenos en:
Luis Bernardo Vélez M.
Columnista

Luis Bernardo Vélez M.

Publicado

El olvido que ya somos

$Creditonota

La población de personas mayores atendidas por los programas y proyectos de prevención, atención básica y [atención] especializada que ejecuta el actual plan de desarrollo de la ciudad de Medellín, corresponde a 62.226 de 444.992 personas mayores de 60 años. La administración actual ha atendido el 14 % de esta población.

Debate de control político

Hoy tenemos un aumento en las situaciones de vulnerabilidad y riesgo de las personas mayores respecto a: homicidios, delitos sexuales, violencia intrafamiliar, irregularidades en centros de atención, problemas de salud física y mental postpandemia, brechas sociales en habitantes de zonas rurales y campesinas, abandono familiar y falta de una pensión digna.

Podemos seguir con cifras, datos, leyes y decretos de protección al adulto mayor, pero pareciera que nada alcanza a protegerlos y cuidarlos como se debe, acompañarlos con amor, respeto y responsabilidad mientras se apaga su vida dignamente. Nos dieron la vida. Es posible que tengamos que repetirles mil veces las mismas cosas, es posible que nos tengamos que volver sus manos, cuando las de ellos ya no les coordinen para llevarse el alimento a la boca, es posible que tengamos que ser sus ojos, cuando los suyos se oscurecieron, es posible poner y quitar un pañal, cuando el esfínter no se puede controlar. ¿Será que es imposible ser un ser humano?

No debe ser fácil para nadie envejecer, no debe ser fácil darse cuenta cómo poco a poco se van perdiendo nociones, recuerdos, capacidades físicas y mentales y palabras para nombrar el miedo a la muerte, a la tristeza por dejar a los seres a los que se ama, a la intranquilidad de sentirse una carga para la familia, a la necesidad de otro ser humano en quien apoyarse para poder vivir los últimos años. No, no es fácil envejecer. Es, al igual que la infancia, el tiempo en el que más se necesita de los otros, con una diferencia: la infancia tiene vida por delante, la vejez no.

Si hubo condiciones complejas para ellos durante la pandemia, ahora se han incrementado, no solo por el redireccionamiento de los recursos destinados a su atención, sino también por la falta de interés y de continuidad en los programas de prevención y atención de la actual administración. Ahora es común encontrarse a adultos mayores que caminan a paso lento la ciudad, parados bajo la intemperie en un semáforo, enfermos, con frío, abandonados, sentados en las bancas de un parque con la mirada seca y su boca cerrada porque sienten que es inútil su existencia.

Tal vez esta alcaldía “del futuro” tenga que replantearse, entre muchas otras cosas, la atención, prevención y cuidado a los adultos mayores. A ellos, que tienen una historia de amor, construcción, cuidado y trabajo por esta ciudad.

Si la infancia no es el futuro, ni la vejez tampoco, ¿qué es, entonces, la Medellín Futuro?


Al evidenciar la desdicha y la desigualdad de los ancianos, quienes al final de una vida de trabajo y esfuerzo se han convertido en un desperdicio, se hace patente el fracaso de la civilización contemporánea

Simone de Beauvoir 

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas