Por Agostinho j. Almeida
El tiempo, según diferentes fuentes, es uno de los recursos más equitativos que existen: un minuto empezando, es igual para todos, sin importar su edad, credo o país de origen. Pero la verdad es que la forma en que se usa ese minuto dependerá de variables como quién eres, qué haces, las condiciones que te rodean, etc.
A menudo me he preguntado sobre la forma en que uso mi tiempo, las acciones y elecciones que hago y cuán eficiente soy con ese recurso. Este no es un tema trivial y requiere una buena medida de reflexión, pues el tiempo, como nos enseñan desde pequeños, no espera a nadie. Para muchos –incluyéndome a mí– el tiempo puede ser caracterizado como algo “asustador”.
¿Por qué “asustador”? El tiempo no se puede volver a ganar: una vez que lo gastas, se acaba. El tiempo no es gratis: tiene un costo y es pesado. El tiempo como medida de tus metas: nunca hay tiempo suficiente para hacerlo todo. El valor futuro del tiempo: ¿qué harás con él? Estas son algunas de las preguntas que uno debe hacer al pensar en planear el presente, basado en aprendizajes pasados y enfocado en metas futuras.
Ahora la ironía es que para que uno se dé cuenta de esto, toma... tiempo... Yo, por ejemplo, demoré 42 años para comenzar a entender este concepto. Mi padre trató de enseñarme a una edad temprana sobre el problema del tiempo y la fascinación que ha provocado en mentes brillantes del pasado y el presente, tanto filósofos como científicos, y la dificultad de conceptualizar algo que parecía tan simple: la definición objetiva del tiempo físico y la definición subjetiva del tiempo psicológico que depende mucho de nuestra propia mente.
Para entender mejor el tiempo, es también común compartimentarlo. Por ejemplo, cada minuto nacen cerca de 250 bebés, mientras mueren alrededor de 120 personas; se ven más de 4 millones de videos de Youtube, se realizan 4 millones de búsquedas en Google y se comparten cerca de 42 millones de mensajes de Whatsapp; en promedio las personas se ganan US$0,013, mientras que una estrella del fútbol puede ganar más de US$20 mil y Apple más de US$70 mil; y en un minuto leyeron un poco más de la mitad de esta columna...
El tiempo, desde su definición relativa, es un concepto complejo y a la vez sencillo y tiene tanto de justo y sabio como de despiadado. Ahora queda la pregunta, ¿qué puedo yo hacer en un minuto? ¿Es eso incluso una pregunta justa? Bueno, ¿qué tal una hora, un día o un año?
Una cosa es cierta: decisiones que toman segundos pueden impactar una eternidad y a veces la conciencia de eso solo llega con la experiencia del pasado. Creo que todos nos hemos preguntado si volveríamos a hacer ciertas cosas o qué haríamos si el tiempo se pudiera devolver. Pero tal vez debamos cambiar la pregunta; tal vez debamos enfocarnos más en lo que queremos lograr y cambiar en el mundo que nos rodea y menos en el ruido que existe alrededor del pasar del tiempo... .