“Rappi”, la aplicación de entregas a domicilio en Colombia, tiene más de 25.000 repartidores en los países donde hace presencia. “Uber”, la aplicación de la red multinacional de conductores que prestan servicios de transporte, cuenta en Colombia con unos 83.000 ‘sociosconductores’. Ninguna de esas personas es considerada como trabajador, y por lo tanto no cuentan con todas las prestaciones sociales. ¿Será que estamos asistiendo a un cambio total en la dinámica del trabajo?
Según el Dane, “para el mes de junio de 2019, la tasa de desempleo en Colombia fue 9,4%, la tasa global de participación 63,5% y la tasa de ocupación 57,5%”. Muchas de las personas desempleadas u ocupadas encuentran en estas plataformas alternativas de generación de ingresos. Eso es lo que son: escenarios para hacerse a unos ingresos temporales, pero no están pensadas como un trabajo formal. Ustedes dirán: “¡Pero es que la gente no encuentra más opciones!”. Ésa es otra discusión. En un mundo ideal, todas las personas tendríamos empleo formal. Aunque las leyes económicas digan que el funcionamiento de la economía no es posible en condiciones de pleno empleo.
No me interesa actuar como defensora, ellos solitos tienen mucha plata para pagar abogados, y a mí no me están dando nada. Sólo quiero dar luz en esta discusión, en lugar de echar candela. En términos proactivos, tiene todo el sentido abogar por nuevos marcos normativos que permitan ejercer este tipo de ocupaciones, con una dedicación temporal y como alternativa de generación de ingresos.
Mi colega y amigo Juan Carlos Zuleta, columnista de La República, dijo que “no se puede regular a las empresas de plataforma tecnológica con las leyes tradicionales.” Yo pienso que petender aplicar la legislación laboral a estas ocupaciones como a un empleo de tiempo completo y con toda la formalidad del caso, sería como intentar entrar un pie gigante en unos zapatos talla 34.
El trabajo en tiempos de la tecnología ha cambiado sustancialmente desde la época de María Cano. Hoy se habla de los “microtrabajadores o clickworkers”, y según cifras aproximadas, en el mundo hay cerca de 1.5 millones de ellos. Son las personas que cumplen trabajos vegetales de manera remota y que no tienen ningún vínculo laboral.
No obstante, aquí también realizan su trabajo de manera remota, son diferentes de los llamados: “Fuerza la hora al contingente”, que si cumplen con las obligaciones de prestaciones sociales, Aunque en nuestro país algunos lo hagan como independientes
El trabajo en tiempos de la tecnología, quien es su principal modo de producción, en la generación de valor agregado a partir del uso de la tecnología aplicada al conocimiento y al talento humano. Independiente del lugar físico o del tipo de relación legal en la que se desarrolle la ocupación.
Además de tener la Innovación inmersa en sus modelos de negocio y la tecnología en su factor de producción, este tipo de negocios requiere de una innovación jurídica que permita regular las relaciones laborales y económicas en este contexto.