Si uno quiere encontrarse como ser humano y disfrutar de la capacidad creadora de los hombres a lo largo de la historia, debe detenerse en las más excelsas creaciones artísticas y disfrutarlas; por ejemplo, si la vida le da el privilegio de viajar a Madrid −la espléndida ciudad de los Austrias y cuna de grandes pensadores, pintores y escritores− no debe dejar de visitar el monumental y bicentenario Museo Nacional del Prado, siempre renovado y fastuoso.
Allí en sus tres plantas encuentra un tesoro...