A través de un conocido de su padre consiguió trabajo como Supervisor de Estudio, en la cadena ABC.
A los 34 años fue nombrado vicepresidente de la cadena deportiva de ABC. Llevaba poco tiempo en sus nuevas funciones y el fondo de inversión Capital Cities, muy pequeño en comparación con ABC, compró la cadena. Los dueños de CC le echaron rápidamente el ojo a Bob y le manifestaron que lo querían preparar para grandes cosas. Un par de años más tarde lo nombraron presidente de la cadena.
Pasados unos años Disney compra Capital Cities, con ABC incluida. Bob es nombrado vicepresidente de Disney. Queda en la línea de sucesión para a la presidencia. La junta quería echar al presidente, por no haber podido sacar a Disney de la crisis en que se encontraba. La junta se preguntó: ¿Cómo vamos a nombrar al segundo, si él es parte del problema?
A Bob no le quedaba fácil desmarcarse de su jefe, pues había sido su mentor y le tenía gran aprecio y respeto.
Sin encontrar respuesta a las demandas de la junta y cuando prácticamente estaba fuera del proceso de sucesión, un buen amigo le aconsejó: no se trata del pasado, tú debes hablar es del futuro: “Debes comportarte como un insurgente y no como el incumbente. ¿Cómo vas a cambiar a Disney? ¿Cómo debe ser Disney en el futuro?”
El amigo dijo a Bob: “¿Cómo quieres que sea la foto de Disney en 5-10 años y cómo será la película para llegar a esa foto?”
Bob le contestó: “La marca Disney deberá estar muy por encima de todos sus competidores, tendrá que ser reconocida mundialmente por tener contenidos excepcionales”.
“¿Y cómo llegarás allá?”. Cuando Bob le empezó a mencionar al amigo las numerosas estrategias para preparar esa foto, este le dijo: “No puedes poner tantos argumentos en la película, máximo pueden ser tres. Aún no sabes cuál es tu prioridad”.
Para el amigo prioridades eran aquellas pocas estrategias en que debía concentrar todos los recursos. Con tantas propuestas nadie en la compañía sabría en cuál concentrarse, no serían capaces de grabárselas y recordarlas. Daría la imagen a la junta y a los empleados de no tener foco: “Un buen líder es aquel capaz de desarrollar una visión nítida y atractiva del futuro y de explicar el camino para alcanzarlo de manera clara, frecuente y fácil de entender y recordar”.
El amigo invitó a Bob a reunirse en un par de semanas y presentarle sólo tres estrategias.
En la nueva reunión Bob le dijo a su amigo: 1. Todos nuestros contenidos deberán ser de excepcional calidad, en línea con la superioridad de nuestra marca, 2. Nuestros contenidos y los canales de distribución deberán estar apoyados en las más modernas tecnologías, garantizando a nuestros clientes sistemas amigables de acceso a nuestros productos, y 3. Todas nuestras acciones deberán tener alcance global.
La junta compró el plan de Bob y lo nombró presidente. Corría el año del 2005. Esos tres puntos fueron la guía para comprar a Pixar a Steve Jobs, la compañía de entretenimiento Marvel, la productora Lucasfilm (¿Recuerda Star Wars?) y en el 2019 la gota que rebasó la taza: la compra por US $ 71.000 millones de 21 First Century Fox al zar de los medios Rupert Murdoch. Cada uno de estos pasos estuvo enmarcado en los 3 principios iniciales.
Bob se retiró luego de 15 años en la presidencia de Disney. Logró su propósito de posicionar a Disney como una marca con reconocimiento global, contenidos excepcionales y donde la tecnología es uno de los grandes diferenciadores. Gracias a tener foco.