Por Familiar de exsecuestrado*
A las torturas físicas los guerrilleros le sumaban las sicológicas: “su familia no tiene interés por usted”, “sus hermanos están repartiéndose sus empresas”, “sus hijas se fueron para Miami”. Aguantando hambre en esa selva, amarrado a los árboles, nuestro hermano secuestrado solo pudo ver la luz una madrugada que oyó en la radio la voz de su hija mayor diciéndole cuánto lo extrañaban y que no descansaría hasta verlo en libertad, eso le dio tanta fuerza para sobrevivir que ni los sicarios farianos pudieron doblegarlo con su infinita maldad. ¡Gracias, Herbin Hoyos, gracias a los micrófonos que nos abriste para dar esperanza a los abandonados de Colombia durante tantas décadas! Dios te recompense y te tenga en el mejor de los lugares. Este país dio un vuelco y los secuestradores hoy son endiosados y tratados como mártires, los intelectuales los aplauden y presentan como héroes de la patria. ¡Fuiste un grande, Herbin, valeroso, luchador! Qué amarga tu muerte al saber que estos criminales que nos acabaron la vida están impunes y así seguirán.
* Envío mi nombre y datos completos. Ruego omitirlo, pues los secuestradores de mi familia están libres y son capaces de cualquier cosa.