Síguenos en:
Humberto Montero
Columnista

Humberto Montero

Publicado

¿Hablaremos mandarín?

Por

humberto montero

hmontero@larazon.es

El mundo de hoy es multipolar. Más que nunca en toda nuestra breve historia. Ya no hay imperios que gobiernen a su antojo los designios del planeta ni pueblos elegidos para dominar la Tierra. Esto no implica el fin de la preponderancia militar estadounidense en sus áreas de influencia, en casi todo el orbe dicho sea de paso, sino el comienzo de una era de concordia donde las decisiones unilaterales carecen de sentido. Por supuesto, Washington aún mantiene el cetro del liderazgo global, respaldado siempre por Europa, pero ya nunca moverá un solo dedo sin consultar primero. Ante todo, los negocios. Y es que hoy EE. UU. depende tanto del gigante asiático como China de su contraparte.

Las guerras de hoy se libran en los mercados y no en el campo de batalla. Por descontado, el poderío bélico alimenta al económico y viceversa, pero China no aspira a establecer su hegemonía militar ni tan siquiera en Asia, su área natural de influencia.

La Historia nos dicta que el expansionismo chino tiene límites. Los que marcan sus actuales fronteras. Los chinos jamás han sentido la necesidad de dominar el mundo ni en sus momentos de mayor esplendor. Nunca fueron un imperio de ultramar, como el español -que controló buena parte del orbe desde Filipinas a Perú, con territorios en media Europa, la práctica totalidad de América, el norte de África y Asia- o el británico, centrado en el comercio con India y Suráfrica, sus más lucrativas colonias en la época victoriana. Inmersos en sus propios quehaceres, los chinos no fueron más allá de las actuales Vietnam y Camboya o de la península de Corea. Mas al contrario, han visto pasar por sus tierras a mongoles, británicos, franceses, portugueses, americanos y hasta a sus vecinos japoneses.

La ancestral necesidad de plantar la bandera por medio planeta nunca ha formado parte del imaginario chino. Nadie en aquellas tierras sueña con establecer protectorados en África ni aspira a que se hable el mandarín en Suramérica. No está en su sangre. No son conquistadores a la antigua usanza.

Sin embargo, su influencia global va en aumento, pareja al poderío económico que ostentan. Y quieren mandar. Y mucho.

El último ejemplo lo tenemos con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), una especie de BID para la región liderado por Pekín y fundado a espaldas de EE. UU. y de Japón.

El nuevo organismo funcionará de forma similar al del Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial o al Banco Asiático de Desarrollo. China, como segunda economía mundial, lleva años pidiendo más protagonismo en estos organismos debido a su creciente influencia, pero estos siguen dominados por Estados Unidos, que no está dispuesto a una redistribución de los poderes de voto. Los principales contribuyentes del Banco Asiático de Desarrollo, creado en 1966, siguen siendo Japón (15,7%) y Estados Unidos (15,6%), mientras que China está en tercer lugar con un 6,5%. Ante estas circunstancias, el gigante asiático ha decidido impulsar este nuevo organismo, al que ya se han adherido una veintena de países de la región. Pero lo más preocupante para Washington es que al FMI chino se han unido en bloque, como socias fundadoras, las principales economías europeas. Para monumental cabreo de Obama, la primera nación en hacerlo fue el Reino Unido, el aliado por excelencia. Le siguieron Alemania, Francia, Italia y España. Con este movimiento, China no solo demuestra su influencia en Europa sino que podría arrastrar a la nueva institución, que tendrá su sede en Pekín, a otros aliados americanos en la región que tienen fuertes lazos comerciales con China, como Corea del Sur, Australia o Indonesia.

En el tablero de intereses económicos globales las alianzas se han difuminado por completo. El fin del poder hegemónico de EE. UU. no está en entredicho. Es un hecho. No hablaremos mandarín, pero lo entenderemos.

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas