Como Serrat, quien le puso música de fondo a nuestra generación, nos hace fugaz visita de papa, cedámosle de nuevo la voz a los locos bajitos como él los llama:
Los padres de Violeta hicieron el ejercicio de formularle la misma pregunta a los tres y a los once años.
Esta es una de las preguntas y sus respuestas:
¿Las personas para qué viven?
2010: Mmm... Para que uno las salve de los leones. O cuando están en muros o en hielo.
2018: Yo no sé, en realidad, la gente vive para ser feliz... básicamente. Aunque hay unos menos felices que otros. A unos les interesa más la plata, a otros les interesa mucho más la familia, a otros los animales. Y a otros simplemente ser felices. (En la revista Comfama).
Después de pasar todo un día en compañía de su abuelo que lo cuidó y lo malcrió, Matías, cuatro años, le informa a su padre: “Yo no quiero ser viejo como el abue; yo quiero ser siempre nuevo”.
Para ser feliz, tengo que hablar mucho (Fernando, cinco años).
A los siete abriles Mercedes sacaba de quicios a su profesor de religión con preguntas como esta: Si no estaban sino Adán, Eva, Caín y Abel, ¿de dónde sacó mujer Caín cuando tuvo que volarse del paraíso después de matar a su hermano Abel?
Sofía, seis años;
Mami, el día que nos vayamos ¿nos vamos a llevar todo?
Yo: Sí, todo.
Sofi: ¿Pero también las puertas y las ventanas?
Como Sofía sólo usa servilleta de tela, Ilona (cuatro años) me dice: Quiero una servilleta, mami, pero es que yo no quiero que maten a los árboles... Pero dame mi servilleta.
¿De qué hablarán los muertos si no es de sus infancias? (¿)
La mamá llega al consultorio del pediatra con Violeta, de seis años, y le dice al médico: Doctor, ¿le puede ordenar a mi hija un medicamento para matarle los bichos? Violeta toma la palabra: ¿No es mejor en tiempos de paz hablar con los bichos? (Del libro Cien anécdotas de pediatras colombianos).
Papi, te amo. Algunas veces quisiera que tuvieras vida. Besos y abrazos. Apartes de la carta que le escribió la pequeña Sarita a su padre asesinado en la calle.
• ¿Primer recuerdo que tiene de niño?
• Mi abuela mandándome a prender su tabaco [sin chuparlo, mijo] para decir que mi madre estaba “enferma” (embarazada). (Guillermo Angulo).
Mi papá me puso Mario porque él se llama así, y dice que si no soy su hijo por lo menos soy su tocayo...
Estaban barriendo la casa y entre la basura había una cucaracha boca arriba moviendo las patas. Natalia, de cuatro años, lanzó un grito de felicidad y dijo: “Mira, esa cucarachita nos está saludando” (Del libro Palabra de niños),
Elena, seis años: Mami, ¿sabías que yo soy lesbiana? Vivo locamente enamorada de ti.