El próximo 4 de abril, la Universidad del Norte concederá a Salomón Kalmanovitz un Doctorado Honoris Causa. Una distinción muy merecida a uno de los economistas e historiadores económicos más importantes que tiene Colombia, con aportes significativos para la comprensión de este complejo país.
Kalmanovitz, desde su regreso después de hacer sus estudios en Estados Unidos, comenzó a destacarse por la seriedad de sus trabajos siempre bien argumentados. Su larga trayectoria académica y profesional arrancó en la Universidad Nacional y en los Andes y, posteriormente, en el Dane. En esta última entidad pudo terminar su importante investigación publicada en 1978 “El desarrollo de la agricultura en Colombia”, que fue el trabajo que lo hizo conocer nacional e internacionalmente.
En Estados Unidos, recuerda Salomón (en entrevista a EL COLOMBIANO) “adquirí las tres bases de mi formación: el marxismo, una microeconomía muy aceptable y una macro moderna keynesiana con un profesor que conocía bien la materia y también la crítica a la síntesis neoclásica-keynesiana. Yo vine a Colombia armado de esas herramientas y eso me dio mucho combustible para hacer el análisis de la realidad colombiana. Esas bases se han combinado a lo largo del tiempo en distintas dosis. Al principio era muy radical pero poco a poco fui dejando el marxismo. Quedó en la base del pensamiento esa visión materialista de la historia”.
Su preocupación por la teoría lo llevó a introducir muchos autores importantes a la discusión académica local como fue el caso de Minsky, con su teoría de la inestabilidad financiera. Su acercamiento posterior al neoinstitucionalismo le permitió desarrollar con ese enfoque trabajos más recientes sobre la agricultura y la historia económica de Colombia. Es uno de los creadores de la llamada Nueva Historia, un grupo de investigadores que innovó en la forma de hacer historia en el país.
Estando en la Junta Directiva del Banco de la República, Kalmanovitz impulsó, con Miguel Urrutia, un ambicioso programa de investigación en historia económica del siglo XIX y XX, del cual hice parte, publicado con el Fondo de Cultura Económica. Desde su retiro de la Junta, Kalmanovitz se vinculó a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, primero como decano de la Facultad de Economía y, recientemente, como profesor emérito. Allí continúa trabajando sus temas de historia económica y acaba de hacer la cuarta reimpresión del proyecto de Historia Breve de Colombia, con varios coautores.
Kalmanovitz, seguidor y conocedor del rock, gran escritor y profesor, es la mejor representación del intelectual que participa en la discusión sobre los grandes temas de la sociedad, el intelectual público. Siempre ha participado en la discusión, desde su lejana militancia de izquierda, donde sus escritos elevaban el nivel, comenzando con el debate A propósito de Arrubla, en los años setenta, pasando por la revista Semana, en su estreno como columnista, y por las discusiones sobre la política pública en El Espectador. Siempre firme defensor de su punto de vista, sus escritos tienen además la cualidad de ser claros y concisos.