Luz Gabriela Gómez R.
Estamos en Mayo por la Vida para entender que la conversación es el alambique de la convivencia, porque poliniza y lleva vida de un lugar otro para mejorar nuestras cosechas personales y colectivas. Esta iniciativa ciudadana, que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Medellín, busca sensibilizarnos en el arte de poner nuestros talentos al servicio de los otros, en ayudarnos a comprender que la solidaridad no es solo material sino fundamentalmente afectiva, en crecer juntos en el respeto por ideas de felicidad muy distintas a las propias.
La mayoría de nuestras ciudades permanecen en un estado de coexistencia entre ciudadanos, donde se da una especie de paz pasiva, sin vínculos, sin encuentros, uno al lado del otro, todos medio invisibles. El ideal y el sueño es girar hacia un círculo más virtuoso: el de la convivencia donde se aprende y se acuerda, con ilusión, confianza y adaptación, compartiendo espacios y proyectos, agregando solidaridad y bondad a las acciones y relaciones entre los ciudadanos.
La invitación es a emparejarnos, dejando a un lado los roles que nos ubican por encima o por debajo de otros seres humanos, merecedores todos, sin distinción, de la dignidad y el honor que pedimos para nosotros. Mayo por la Vida es para igualarnos porque ninguna persona, en ninguna situación, se merece el más mínimo maltrato. Ese solo ejercicio de respeto y consideración nos llena de maravillosa humanidad. Mayo por la Vida 2015 repite a manera de mantra tres momentos llenos de sentido: el Rito del agua, la Cumbre de noviolencia y la Noche blanca. Insiste también en la presencia de las manifestaciones artísticas como las grandes civilizadoras de la humanidad. Profesores, periodistas y taxistas recibirán acompañamiento pedagógico para apropiarse de herramientas de noviolencia que les permitan enfrentar las amenazas permanentes en sus oficios y los ciudadanos nos encontraremos también con propuestas para la vida en el Metro y los centros comerciales.
Es posible intervenir muchos espacios de ciudad de manera simultánea porque Mayo por la Vida reúne a la Red de Iniciativas Ciudadanas por la Vida para que la orquestación crezca en impacto benéfico. Las dificultades y dolores seguirán, eso lo sabemos, pero también nos acompaña la profunda convicción de que el mundo se arregla empezando por el patio de la casa, para poder intervenir luego el parque, la plaza y seguir consolidando la necesaria cultura ciudadana que ya se reconoce en nuestra ciudad.
Y como lo que mejor enseña es el buen ejemplo, este mes estará repleto de casos exitosos de bondad, solidaridad y noviolencia que buscan llevarnos de la inspiración al deseo de emular. Ejemplos de nuestros barrios y de un poco más allá que llegan para invitarnos a resolver la vida conversando, a acompañarnos sin invadirnos y a confirmar que lo colaborativo nos resuelve lo pequeño y lo grande de nuestra vida, porque juntos podemos ser más sabios. Mayo es un mes de ejercicio intenso en el dar, en el saber recibir, en el agradecer, en el sentir la alegría de palpitar. Porque debemos recordar siempre que no es oxígeno lo que respiramos sino vida.