Por Guillermo López A.
Es indispensable que los colombianos pensemos en reformar el sistema pensional por tres razones fundamentales: la primera, porque las tasas de mortalidad y de natalidad han caído. Esto quiere decir que hay menos jóvenes para sostener más ancianos, este cambio demográfico amenaza todo el sistema pensional en Colombia y en todos los países.
La segunda es que todos los aportes anuales al sistema denominado Régimen de Prima Media (Colpensiones) se usan para pagar pensiones, pero aun así no alcanza y el faltante lo ponen los contribuyentes del presupuesto nacional por la suma de 14,3 billones (aporte de la nación a Colpensiones 2018).
La tercera razón es que todas las mejoras en el sistema de salud han llevado a que, no solo la expectativa de vida haya subido seis años en los pasados veinte años, sino que seguirá aumentando en el próximo decenio, lo que se traduce en que los pensionados disfrutan de más años de pensión. Dicho en otras palabras, los jóvenes llevan hoy la carga de sostener las pensiones por dos vías: aportes a pensiones e impuestos, pero lo peor es que cuando ellos lleguen a la edad de jubilación no habrá quién pague por ellos.