Según la Registraduría Nacional, para 2010 teníamos en Colombia 34.175 personas con el mismo nombre y apellido, pero estoy segura que ninguna de ellas ha tenido la desafortunada coincidencia de ser homónimo del culpable de la muerte de millones de judíos. Como sí lo tuvo un sombrerero rumano que murió a principios del siglo pasado, enterrado en un cementerio donde destruyeron su lápida para evitar posibles ataques y reconstruida en la década de los 80 por un Rabino judío. Traigo la anécdota a colación porque pienso que impulsar la cultura ciudadana es posible a través de nuevas alternativas que incluyen la educación y la tolerancia.
El caso del infortunado homónimo de Hitler muestra cuán importante es la educación para entender las actividades y las acciones negativas por más contradictorias que parezcan a nuestras ideas, no se deben transmitir a cuestionamientos o actos de violencia personales. Hace poco vi el video en donde empleados de Apple participan en una marcha gay en San Francisco durante los últimos meses del año pasado. Su eslogan muy contundente: “Porque creemos que la inclusión inspira innovación”.
Si sabemos que la innovación una base de la experiencia y conocimientos de perspectivas en un grupo de trabajo o entre ciudadanos, incluir a los que consideramos diferentes por cualquier razón es una condición para innovar. Entonces de manera paralela a la competitividad debemos trabajar en que seamos una sociedad si queremos ser realmente innovadora. Una buena herramienta desde la política pública urbana es apoyar a emprendimientos e innovaciones sociales, vinculados a la inclusión de personas en riesgo de exclusión.
Un buen ejemplo de emprendimiento social para la inclusión es Specialisterne España, creada en julio del 2013, como una consultora especializada en pruebas de sistemas informáticos, para lo cual aprovecha las capacidades únicas de las personas con trastornos del espectro autista o similares. Dueños de la capacidad para concentrarse durante largos periodos de tiempo o la diligencia. La empresa ofrece a sus empleados una formación para el trabajo y herramientas para ser independientes.
Al respecto de incluir personas “diferentes” en la organización como una fuente de innovación y que refresca la creación de nuevos productos y servicios, no es gratuito el que las grandes compañías vinculadas con la tecnología estén a la cabeza en mujeres como Ginni Rometty de IBM o Mary Barra de General Motors, de homosexuales como Tim Cook de Apple. Se hace necesario el apoyo a organizaciones y emprendimientos que incluyan a personas “diferentes”, esta medida es importante al menos en las primeras etapas mientras como sociedad crecemos en la tolerancia.
La tecnología nos permite conocer la diversidad humana, incluirla con el ánimo de dar valor a partir de las capacidades. La innovación es una excelente oportunidad para la inclusión, en tanto las empresas aprovechen la diferencia para enriquecer sus procesos y no se limiten a excluir la inferencia en sus equipos de trabajo. Si pensamos en la innovación y la educación como motores de transformación social. Bajo ninguna circunstancia la sociedad debe permitir que las discusiones sobre innovación se refieren únicamente al escenario económico.