Mientras el mundo occidental comenzaba un nuevo año en medio de fiestas y jolgorios, el detentador de poder que gobierna a la potencia más importante del mundo lo inauguró a sangre y fuego; así lo evidencia el asesinato del general iraní Qasem Soliemani y su lugarteniente para Irak, Abu Mehdi al Muhandis, y casi todo su convoy a las afueras del Aeropuerto internacional de Bagdad, hecho llevado a cabo mediante drones el día tres de enero como represalia por los ataques a la Embajada de los Estados...