Por Carlos Andrés Franco V.
Universidad de Antioquia, sede Sonsón.
Facultad de Periodismo, 6° semestre
carlos.franco1@udea.edu.co
La cultura, cada vez más, va en decadencia en Colombia, en ocasiones le cierran las puertas a distintos grupos en los cuales militan niños, jóvenes y adultos que adquieren un compromiso social para obtener conocimientos y, de igual manera, para llevarlo a diferentes zonas del país. Un ejemplo claro se refleja en el proyecto sociocultural “Batuta”, que el Ministerio de Relaciones Exteriores llevaba liderando durante diez años en 14 ciudades fronterizas del país y, ahora, se acabó el financiamiento para dicha fundación que tiene, en diferentes ciudades, alrededor de 10.200 niños y jóvenes del país, el cual era financiado por la Cancillería colombiana.
Lo mismo que el caso anterior, tal situación, sucede en municipios alejados de las grandes ciudades de Colombia, donde la música y muchos otros componentes culturales no tienen apoyo gubernamental para el buen desarrollo de la participación activa de los ciudadanos en dichos grupos.
En ocasiones, para sectores públicos, no es muy “atractivo” el ingreso monetario para estos grupos culturales, sin embargo, para la sociedad, tener un buen manejo de estos y un buen programa estructurado para los sectores, no propiamente vulnerados, sino para las personas en general, es muy “atractivo”.
La propuesta de proyectos socioculturales, puede llevar a participar en eventos de gran magnitud en el que dan premiaciones que benefician la misma comunidad, un ejemplo claro de esto es sobre un grupo que se fundó en el municipio de La Unión, Antioquia, en el año 2012, llamado “Pitos y tambores”, con este colectivo, que fue beneficiado por la administración local, se presentó a la gobernación de Antioquia, en 2014, con el fin de obtener un parque educativo. El resultado final, para esta agrupación y para los habitantes, fue positivo.
Las agrupaciones culturales no deben ser un sueño utópico, deben ser una realidad social que se debe enfrentar desde los distintos puntos de vista, en los que se beneficie la sociedad y se fortalezca la educación desde una mirada cultural.
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