Por Darío Monsalve Villa
A propósito de la columna del Dr. Juan Gómez Martínez ayer (“Los buenos no quieren”) se debería emprender una cruzada para revocar el mandato de los actuales congresistas y ojalá de los magistrados de las altas cortes y de los directores de los entes de control: Procuraduría, Contraloría Defensoría del Pueblo y Fiscalía, es decir, borrón y cuenta nueva. Promover una Asamblea Nacional Constituyente que endurezca los requisitos para quienes van a representar al pueblo en esas altas dignidades.
No se entiende cómo personas que ocupan alcaldías y gobernaciones estén ahora defendiéndose de las imputaciones por el mal manejo de los dineros destinados al covid, pagando el apoyo a sus campañas con contratos. Es inaudito que no entiendan las responsabilidades que adquieren cuando aspiran a esos cargos. No se concibe que no hayan querido sacar adelante los postulados anticorrupción y que hoy, en plena pandemia, el Congreso brille por su ausencia. No se ha visto ninguna labor en favor del pueblo.
La verdadera pandemia de Colombia está en esta casta política que actualmente tenemos. Como bien se dice en la columna, no se ven debates de altura. Solamente sindicaciones entre ellos, que en nada benefician al país.