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En la época de la Cuarta Revolución Industrial, cuando el Instituto del Futuro dice que el 60 % de los trabajos en el futuro estarán relacionados con ciencia y tecnología, resulta más que lamentable la estadística conocida a raíz de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el 11 de febrero. “Sólo un 7 % de las niñas se ven como científicas en el futuro”.
¡Nada de extrañar! ¡Va una a ver, y muestra la realidad de las mujeres en la ciencia! La Unesco advirtió en 2018 que “solo el 30 % de los investigadores en ciencias del mundo son mujeres”. No es coincidencia que dicha inequidad se vea reflejada en la reciente conformación de la Misión de Sabios en nuestro país, que tiene el propósito de trazar el rumbo en ciencia y tecnología y educación para los próximos años ¡Sólo 34.88 % de los miembros de la Misión de Sabios, son mujeres!.
Si las mujeres representamos el 49,5 % de la población mundial: Quiere decir que en el mundo hay actualmente 3.712 millones de mujeres. ¡No hay ninguna razón para no contar con la mitad de la fuerza laboral! Como sociedad es muy buen negocio apostarles a las mujeres en ramas científicas y tecnológicas, porque así van a tener mejores empleos y obviamente mejores ingresos. Según un reporte de la empresa Raddar, para 2013 en Colombia “del total de los ingresos de las mujeres, 7 de cada 10 pesos fueron para compras para el hogar y 3 pesos fueron compras para ellas”.
Además de que comprometerse con las condiciones laborales para las mujeres es una alternativa para impulsar la movilidad social. Para 2016, según el DANE, el 36,4 % de los hogares en Colombia tenían jefatura femenina. Sólo basta con salir a la calle para darte cuenta que esa proporción aumenta significativamente.
¡Enhorabuena las multinacionales relacionadas con la ciencia y la tecnología, en los últimos años, han desarrollado iniciativas para garantizar la inclusión de las mujeres en la ciencia! Eso no es gratis pero no demerita el valor de las acciones, quieren tener fuerza laboral que piense como sus consumidores: “las mujeres ‘controlan’ el 80 % del mercado, es decir, que el 49.5 % de la población maneja más de las tres cuartas partes del mercado”. Dicen empresas como Deloitte y Nielsen.
La tarea por fomentar la participación de las niñas y las mujeres en la ciencia debe de ser un propósito común. ¡Desde las familias y el sector educativo, debemos derrotar los estereotipos negativos en torno a las mujeres en la ciencia, necesitamos más mujeres científicas! Desde la empresa privada es necesario generar condiciones de equidad laboral en empresas de tecnología... Pero desde el gobierno necesitamos realmente visibilidad e importancia para superar las condiciones de inequidad entre mujeres y ciencia. ¡Espero que en el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología, sea evidente el compromiso en superar la relación desigual entre mujeres y ciencias!
Nota : Me alcancé a emocionar con la conformación de la Misión de Sabios. No sólo la participación femenina es preocupante: la edad promedio de los expertos es de 45 años; sólo hay dos costeñas, quienes han realizado su labor lejos de sus ciudades de origen; brillan por su ausencia representantes de comunidades étnicas; y ni qué decir de otras minorías como personas en condición de discapacidad o población LGTBI. Además de que no hay representantes de la empresa privada, ni del Centro para la Cuarta Revolución Industrial que funcionará en Medellín. ¿Será que entre toda esa gente, no hay sabios?
