Hace dos mil años, cuando la seda era el producto estrella de los mercados, la ruta de los buques que la transportaban fue un espacio de acción comercial que conectaba a China, el único productor, con Mongolia, el subcontinente indio, Persia, Arabia, Siria, Turquía, Europa y África. La Nueva Ruta de la Seda, el proyecto emblemático del gobierno de Xi Jinping formulado en el 2013, y el que labrará su nombre en la historia de las relaciones externas de China, es, en la realidad, un gigantesco fondo...