Por: Licinio Zapata Vanegas
Todos sin excepción somos responsables en alguna medida de la difícil situación que viene atravesando nuestro país; por un lado, la rigidez y egoísmo de las minorías privilegiadas; y por otro, la indiferencia, la insolidaridad y la apatía de las grandes mayorías.
Nos acostumbramos a que nada nos conmueve, convivimos con la tragedia e incluso nos congraciamos muchas veces con ella; caminamos impasibles por el áspero camino de la miseria y la violencia, y solo respondemos...