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La novela se me apareció, literalmente, cuando menos lo imaginaba. Y hago énfasis en “se me apareció”, aunque también podría decir saltó o quiso llamar la atención. Y si soy enfático en tal expresión es porque cuando quería sacar de mi biblioteca “El amor en los tiempos del cólera”, de Gabriel García Márquez, el libro que voló, que se vino como si estuviera atado a ese amor tremendo fue “Novela con fantasma”, de Darío Jaramillo Agudelo.
La verdad es que no recordaba que tuviera esa novela de Darío, los libros del poeta están a muchos metros de distancia, digamos, para exagerar, que casi los mismos que separan a Santa Rosa de Osos de Aracataca. Y si en ambas obras el amor es transversal, si la lectura más urgente que debía ser era la de García Márquez, pues tendí la hamaca en el balcón (consuelo de pobres, dice una amiga) y me dejé llevar por la aparición de esa novela que se materializó cuando menos lo esperaba.
La literatura tiene mucho de fantasma, uno no sabe en qué momento se le aparece la historia que hará algo con la vida de uno. A veces para el corazón del susto, a veces hace reír, encanta, crea unos acercamientos parecidos al mensaje que carga una botella en el mar. Un libro es eso, una botella en el mar, nadie sabe cuándo ni quién la descubrirá, nadie sabe cuándo los personajes se liberarán del encierro y serán autónomos por el tiempo que dure el sortilegio. Y si no están muy entumecidos por culpa de los largos años de espera, actúan rápido y pueden dejar una huella en la vida de alguien.
“Novela con fantasma” es una obra divertida que deja muy bien parados a los fantasmas. Al menos el Lázaro que se aparece aquí tiene sentido del humor y unas ganas tremendas de hacer justicia. Aún me río al recordar que cuando a Carmona se le apareció Lázaro y se orinó del susto, el buen fantasma le dice: “No tenga miedo, cámbiese y lo espero”. En ese instante empezará una relación con un propósito que cada quien descubrirá, si le apetece.
Darío Jaramillo Agudelo no tiene ninguna experiencia directa y consciente con fantasmas. Nunca se le ha aparecido ninguno, por ese motivo es un experto en ellos, por eso le gusta leer historias sobre fantasmas. Dentro de poco, la novela que menciono se reeditará, celebro la llegada de ese espíritu. Dentro de poco, y esto es una infidencia, también saldrá una indagación sobre los fantasmas, un estudio juicioso, aunque más bien debería decir juguetón, sobre estos seres que dudan seriamente si los fantasmas son los humanos
