Por Marco Ribas*
@Accenture_CO
¿Cómo entender el liderazgo corporativo más allá de los resultados de las operaciones? Uno de los focos que en la actualidad despierta mayor interés para los generadores de capital y los grupos de interés es el relacionado con las inversiones responsables, tiempo atrás se entendían como parte de la sombrilla de responsabilidad empresarial y hoy cobran más vigencia que nunca.
Hace unos años la inversión de las organizaciones en aspectos de ética, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), se centraba en sostenibilidad, más concretamente en lo relacionado con el medio ambiente. En aquellos tiempos los inversionistas, al igual que los gobiernos, exigían que las compañías redujeran su huella de carbono y los residuos que generaban, así que las apuestas de muchas compañías estuvieron concentradas, casi de manera exclusiva, en estos frentes.
Pero la lente a través de la cual los inversionistas ven el liderazgo corporativo responsable se ha ido ampliando. Actualmente, su interés se enfoca más en la ética y la gobernanza, teniendo en cuenta las políticas en materia de diversidad y remuneración, su impacto en las comunidades locales y regionales, e incluso el propósito que dicta el norte de las decisiones. Las empresas que no se ajustan a estos criterios se descartan o se evitan.
Otros stakeholders, como la fuerza laboral, comunidades, reguladores y terceras partes independientes, también están midiendo en permanente el liderazgo de las organizaciones, buscando pruebas de su responsabilidad en un vasto espectro de variables, considerando que cualquier ausencia en ellas es un riesgo.
Tal es la evolución en este sentido, que agencias internacionales de calificación crediticia como Moody’s han generado estándares de evaluación ESG, que prestan atención a las acciones de mitigación o fortalecimiento de sus relaciones con lo ambiental, social y de gobernanza. Siguiendo esta batería de indicadores, compañías de talla global pueden ver impulsada o afectada su calificación, lo que, en los casos negativos, podría afectar el costo y las facilidades de acceso a capital y, por tanto, la rentabilidad y el crecimiento corporativo, lo que se traduce en un impacto directo sobre la valoración de las organizaciones.
Por la misma vía, varios gobiernos y reguladores también están promoviendo el liderazgo responsable. La Unión Europea (UE), por ejemplo, ha trabajado en reglamentos y marcos, diseñados para ayudar a los agentes de capital a acceder a información fiable y comparable, que les ayude en su toma de decisiones. La meta es canalizar la inversión de forma más eficaz hacia las empresas que son realmente coherentes, apostando porque la UE pueda cumplir sus compromisos tanto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, como con el Acuerdo de París.
De otro lado, los colaboradores también desempeñan un papel cada vez más activo al momento de abogar por un liderazgo responsable y denunciar su ausencia. Las empresas que trabajan en áreas con escasez de personal calificado son especialmente vulnerables a este tipo de presión; sin embargo, todos los empleadores deberían salvaguardar su reputación o asumir las dificultades para retener y contratar a los mejores talentos, lo que también afectaría su potencial de innovación, crecimiento y generación de valor.
Al cierre, aunque no de forma excluyente frente a otros actores, aparecen los clientes, quienes ejercen un poder real sobre las compañías, que se ve directamente reflejado en las arcas de las corporaciones. Los consumidores quieren acercarse a marcas responsables y están dispuestos a impulsarlas o censurarlas por el balance que perciban de su gestión.
La realidad global transforma los modelos en que las compañías operan y las expectativas de los mercados y los múltiples grupos de interés frente al modo en que toman decisiones e impulsan la generación de valor compartido. El reto ahora es para los empresarios, quienes deberán replantear sus apuestas y convertirse en voceros del liderazgo responsable
* Presidente Ejecutivo de Accenture Colombia.