No dudo que los llamados Parques del Río que comienzan a ‘transformar’ a Medellín son obra de lo que llamo el pupitrazo paisa, que saca obras adelante sin discusión por el solo hecho de ser faraónicas.
No fue una obra surgida de la planeación de ciudad, sino una promesa electoral.
Que la ciudad necesita mejores vías no se discute, aunque queda ya poco espacio para la cantidad de autos que ingresa cada año.
Parques del Río es una megaobra que costará varios billones. Su longitud es de 20 kilómetros a lado y lado del río.
Serán 21 metros de calzada, soterrados en parte, para dar paso encima a zonas peatonales, bicirrutas, árboles, jardines y puentes peatonales sobre el río y decenas de miles de carros por debajo. ¿Ambientalmente sana?
Los impactos iniciales serán fuertes: el caos vehicular que durará años (¿10?) mientras se termina toda. Y la tala de gran cantidad de árboles, que darán paso a otros con su largo proceso de crecimiento.
Se dice que todo está calculado fríamente, hasta la última matica que se sembrará en un trabajo con el Jardín Botánico.
EPM e ISA han sido invitadas a participar como socias por razones de... pesos.
El sistema significaría la implantación del cobro de peajes urbanos, práctica inequitativa que no han logrado resolver ciudades más desarrolladas. Por la Regional y la Autopista transitan hoy unos 200.000 autos/día, y el impacto sobre los usuarios sería evidente. Tendrían que desviarse a otras arterias con la asfixia vial en una ciudad casi colapsada ya.
Aparte del peaje, a EPM e ISA les atraerían 22 millones de metros cuadrados de nueva área, plusvalía que llaman, con lo que también ganarían muchísimo dinero.
Las tierras a lado y lado de ese gran corredor serían las más valiosas, factor de presión para que personas de menores recursos económicos tengan que subir hacia las laderas, en contravía de la ciudad cohesionada que se busca en el mundo actual.
Esto, sin saber cómo van a resolverse los cuellos de botella donde termina la jurisdicción de Medellín: Envigado, Itagüí y Bello.
Parques del Río transformará la región y es lógico: semejante red vial vendida como parque tiene que hacerlo (culto al auto). Que sea para bien...
Hace poco, este diario editorializaba sobre la importancia de acudir a obras más sencillas y menos majestuosas. El lío es que este embeleco no tiene vuelta atrás.