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Se cumplen treinta años del asesinato del dirigente liberal santandereano Luis Carlos Galán Sarmiento por sicarios del narcotráfico del llamado Cartel de Medellín, en una manifestación en Soacha, cuando Galán estaba como candidato del Partido Liberal, cerca de ser elegido presidente por los colombianos. Galán tenía tres adversarios fundamentales en su lucha política, el narcotráfico y sus mafias, la corrupción y la politiquería del clientelismo.
Luis Carlos Galán fue hijo de la familia formada por el mejor presidente que ha tenido Ecopetrol en su historia, Mario Galán Gómez y su actividad estuvo desde joven influida por la política; creció bajo la sombra protectora de Carlos Lleras Restrepo –fue columnista de su revista Nueva Frontera- y el diario El Tiempo, donde se formó al lado de connotados periodistas como Daniel Samper Pizano y Enrique Santos, entre otros. Fue nombrado Ministro de Educación, el más joven en el último gobierno del Frente Nacional de Misael Pastrana Borrero y allí tuvo una actitud abierta y democrática hacia el movimiento estudiantil y sus demandas, especialmente el de fines de los 70 sobre el co-gobierno universitario; llevó como su asesor al líder estudiantil de la UIS Jaime Arenas Reyes, que venía, después de ser el más importante dirigente de la Federación Universitaria Nacional (FUN) y muy cercano al sacerdote Camilo Torres Restrepo, de abandonar descreído la lucha del ELN.
Fue congresista por el Partido Liberal, pero luego creó el Nuevo Liberalismo, como una de las más importantes disidencias liberales, después del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) liderado por Alfonso López Michelsen en los años 60, y fue candidato presidencial en 1982 con el Nuevo Liberalismo obteniendo la tercera votación. Después de apoyar los esfuerzos de paz del Gobierno de Belisario Betancur y empezar a recibir las agresiones de los narcotraficantes con el asesinato de Rodrigo Lara, su gran colega y amigo, Ministro de Justicia del presidente Betancur, y los intentos de penetración de su movimiento político por el propio Pablo Escobar, lo que obligó a Galán a descalificarlo públicamente. Luis Carlos Galán, carismático dirigente político, retorna al Partido Liberal y va a apoyar la candidatura de Virgilio Barco en 1986.
Al interior del Partido Liberal inicia un acercamiento con los sectores más tradicionales, en función de disputar la candidatura presidencial del Partido con Ernesto Samper, del movimiento Poder Popular y Hernando Durán Duzán del sector turbayista, para ello nombró a César Gaviria Trujillo como jefe de debate de su precandidatura y estando en esta campaña y en medio del periodo más intenso de narcoterrorismo vivido en Colombia, a cargo del Cartel de Medellín, es que se produce su asesinato y en el sepelio es “señalado” César Gaviria por el hijo mayor de Luis Carlos Galán, Juan Manuel, para que continuara liderando las banderas de su padre, lo cual explica el posterior triunfo de César Gaviria.
Los grandes problemas que definió Luis Carlos Galán, narcotráfico, corrupción y politiquería, siguen siendo tres desafíos para la Colombia de hoy y por el momento no parece claro que existan alternativas de superación. El legado político de Luis Carlos Galán desafortunadamente no se logró materializar en la posterior actividad política colombiana. Pero es un dirigente que debemos recordar con respeto por el sacrificio que hizo en función de la república.
