Durante las últimas semanas todos hemos escuchado en los medios la noticia de la OPA que el grupo Gilinski realizó por NUTRESA. Y aunque este tipo de noticias parecen lejanas para el común de la personas, la verdad es que son más cercanas de lo que nos imaginamos, al menos para los antioqueños.
Hagamos una suerte de recuento histórico. Desde el nacimiento, el GEA -Grupo Empresarial Antioqueño-, antes conocido como Sindicato Antioqueño, ha tenido un papel fundamental en el desarrollo económico de nuestro departamento, en particular, y del país en general. El peso de sus principales empresas -Grupo Sura, Grupo Argos y Nutresa- sobre el PIB del país es innegable. Pero más allá de su papel en la economía, que nadie discute, el valor fundamental del GEA ha sido que este conglomerado económico siempre ha tenido una responsabilidad social que ha jalonado el desarrollo de los lugares en los que se asientan sus empresas.
La historia de este grupo ha sido escrita por una serie de líderes que, no solamente han logrado consolidar sus empresas, sino también internacionalizarlas cuando muy pocos lo lograban en Colombia. Líderes atípicos que hablaban de cultura y de filantropía cuando nadie por estos lados parecía preocuparse de esto. Quizá por eso, el desempeño social y ambiental del grupo le permitieron ganarse un espacio en el corazón de los paisas para quienes trabajar o tener acciones de estas empresas era algo así como un motivo de orgullo.
La agenda social, cultural y educativa del GEA en Antioquia, apoyando un número importante de instituciones, fundaciones y programas en el marco de Alianzas Público Privadas en la región, unas directas desde sus fundaciones y otras a través de PROANTIOQUIA, es invaluable. Cómo olvidar el papel de Nacional de Chocolates y ARGOS en los inicios del Comité Universidad-Empresa-Estado para hacer de Antioquia una región de conocimiento que gestiona la innovación abierta. En los últimos años BANCOLOMBIA y NOEL han liderado el CUEE en cabeza de sus presidentes, Juan Carlos Mora y Alberto Hoyos, con aportes fundamentales que han permitido contribuciones importantes para nuestra sociedad.
Los antioqueños hemos logrado construir históricamente un punto de convergencia alrededor de un gran cariño y respeto por nuestro patrimonio público que tanto nos ha costado erigir, el aprecio por las instituciones públicas como la Alcaldía, la Gobernación y todas sus descentralizadas, admiración enorme por EPM y el IDEA o la misma Ruta n, pero también una lista importante de instituciones privadas como fundaciones locales, entidades como Antioquia Presente, Sociedad de Mejoras Públicas, Jimena Rico, en fin, una larga lista que sumadas a las empresas antioqueñas que hoy se listan en la bolsa de valores de Colombia hacen que las sintamos como nuestras. Todo antioqueño tiene un primo, tío, amigo, en una de las empresas del GEA que, al igual que muchos funcionarios públicos empleados en instituciones han hecho de Antioquia un Departamento altivo y emprendedor.
Por estas y muchas otras razones creo que esta OPA puede ser en realidad un conjunto de “Oportunidades Para los Antioqueños” y que en su integralidad va mas allá de una compleja transacción financiera. Creo que la región podría perder mucho si Nutresa cambia de dueños y por ende de visión empresarial. Más allá de las críticas que pueden suscitar conglomerados como el GEA, de sus aciertos y de sus errores, creo que vale la pena preguntarnos qué sería de Antioquia sin este grupo. Cuando lo pienso e intento respuestas, me convenzo más de que las pocas acciones que debo tener en mi fondo de pensiones PROTECCIÓN quisiera mantenerlas en las empresas del GEA