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Las cosas valen el precio que alguien está dispuesto a pagar por ellas. Muchos son los que se hacen cruces y se rasgan las vestiduras con el pastón que se lleva Messi después de que se haya filtrado su contrato, uno de los secretos mejor guardados del mundo hasta que el Barça entró en bancarrota. Sin embargo, no hay para tanto. Con el club en crisis absoluta por la caída de ingresos y los decepcionantes resultados deportivos -ningún título en 2020- las disparatadas fichas de la plantilla culé han terminado de ahogar a un club sacudido por el pueblerino independentismo catalán y la inestabilidad institucional. Baste con señalar que entre 1943 y 1978 el Real Madrid tuvo un solo presidente, el mítico Santiago Bernabéu, mientras los blaugranas tuvieron 10. El arranque de siglo no mejoró las cosas: cinco presidentes, alguno de ellos envuelto en causas judiciales, y tres comisiones gestoras por los tres mandatarios del Madrid, dos de ellos testimoniales, con Florentino Pérez acumulando tres lustros de gestión. Pero vamos al lío.
Saben ustedes que soy un madridista acérrimo. Por eso, quizá les sorprenda que defienda los emolumentos del crack argentino pese a que quiero ver perder al Barça hasta en la Play. Pero el libre mercado está por encima de fobias. Porque son los que culpan a la sociedad de sus males y pretenden que todos vivamos en la misma miseria quienes se llevan las manos a la cabeza. Desde 2017, Messi se ha embolsado 555 millones de euros brutos por las cuatro temporadas que expiran en junio. Hasta 138 millones de euros anuales antes de impuestos entre fijo y variables. Unos variables tan fáciles de cumplir por el 10 del Barça que tiene ya asegurado el 92 % de esos 555 millones.
En lo que usted ha leído esta columna, Messi ha ganado 264 euros. O, lo que es lo mismo, unos 380.299 euros al día. En una hora, el capitán culé gana casi el sueldo medio anual más frecuente en España. La cuestión es si ese sueldo es una exageración en su entorno laboral. Y es que el fútbol ya no es un deporte profesional sino la mayor industrial global del entretenimiento. Y como tal, de acuerdo a los salarios de otros jugadores de su nivel, Messi recibe un salario ajustado al mejor jugador del mundo. Cristiano, sin ir más lejos tendría un fijo de 31 millones por temporada en la Juventus, al que habría que sumar los variables y sus ingresos por derechos de imagen, de donde saca más tajada que Messi. Recordemos que, en plena pandemia, el Chelsea ha pagado 80 millones al Leverkusen por un tal Havertz y que los sueldos de Coutinho, Dembelé y Griezman, que no han empatado con nadie, suman el sueldo de Messi, que generaría por sí mismo hasta 300 millones por temporada en ingresos para el Barça.
Otra cuestión es si, desde la temporada 2017-18, fecha en la que se firmó el contrato, ha valido la pena retener al astro, que acumula dos Ligas, una Copa del Rey y cero Champions desde entonces. De hecho, desde 2015 el Barça no huele “La Orejona” y hoy el Madrid le saca al Barça más Copas de Europa que nunca, ocho.
Puede entonces, que el rendimiento de Messi no haya sido el esperado desde 2017, pero eso no implica que no valga esos 555 millones. Recordemos también que un bitcoin cuesta hoy 34.282 dólares, un 235,5 % más que hace un año, sin producir nada. Y, que yo sepa, nadie saca unas cervezas para ver cómo rueda un bitcoin por la tele
