Por Alejandro Jiménez Correa
Universidad Pontificia Bolivariana
Comunicación - Periodismo, semestre 6
aj2419@hotmail.com
Nuestros ciudadanos necesitan una formación que ahonde más en valores como la tolerancia y el respeto, para evitarnos sucesos lamentables en contra de las minorías, los grupos que defienden la libertad de expresión o culturas que conviven con nosotros día a día en una Medellín que cada vez se vuelve más internacional.
Hace poco, en Nueva York, la Capital del Mundo, vi que en sus calles ondeaban las banderas del orgullo LGTB sin problema alguno. Tiendas como GAP, Zara o Macy’s adoptaron arcoíris en sus vitrinas, y ofrecían mercancía con la misma temática para todo el público. Además, en las mismas guías turísticas y avisos referentes a actividades en la ciudad, se mostraban, sin ningún problema, eventos afines en la ciudad.
En el mismo Times Square, lugar mundialmente famoso por sus pantallas luminosas donde confluyen un sinnúmero de culturas provenientes de todo el mundo, pude observar cómo diferentes compañías apoyaban el orgullo modificando sus logos añadiendo los colores del arcoíris, símbolo adoptado por la misma cultura LGTB; o con frases alusivas al mismo movimiento como Proud Together (orgullosos juntos) de la empresa Levi’s, o We Belong to something beautiful (pertenecemos a algo hermoso) de la cadena de cosméticos Sephora.
En Medellín fue rimbombante el hecho de que se izara la bandera arcoíris en el Cerro Nutibara. Para algunos algo nuevo. En la ciudad estadounidense están acostumbrados a convivir con diversas culturas desde hace mucho tiempo, algo a lo que se está abriendo la capital antioqueña. Acciones como la de la bandera marcan un camino que sirve para que la gente ponga a prueba su formación en valores, cosa necesaria para promover la inclusión con respeto y el libre desarrollo de la personalidad en una ciudad cada vez más cosmopolita.
Nueva York nos da un ejemplo de convivencia, tolerancia e inclusión que deberíamos adoptar con el paso del tiempo. Son dos ciudades diferentes, pero nada distinto en donde no existan seres humanos. En un futuro tal vez estas palabras no valgan la pena, porque puede que este tema se asemeje en algo a la lucha contra el racismo. De todas formas la libertad, algo que está en nuestro himno, ¿por qué no se puede dar sin trabas en la ciudad? ¿Por qué las ideas que otros seres humanos defienden incitan tanta violencia?
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