* Director de Medellín Cómo Vamos.
Por Luis Fernando Agudelo*
Hace unos años apareció un programa que se llamaba Secretos de la magia al descubierto, en el que un mago desconocido revelaba la realidad de los trucos más conocidos del ilusionismo. En el sector público colombiano existen viejos trucos para utilizar los recursos públicos, todos ellos se han usado en las administraciones de Medellín; sin embargo, la actual alcaldía distrital ha introducido unos realmente inéditos que son, cuando menos, discutibles y, como en Secretos al descubierto, queremos revelarlos.
Algunos de los viejos trucos que estaban asociados a la interpretación radical de la norma presupuestal. Por ejemplo, gastarse en diciembre a como dé lugar la plata para un proyecto, así el proyecto se pueda hacer con menos, todo ello sin aumentar las metas o beneficiarios de los programas. Hay otro viejo truco, muy usado en Medellín: hacer presupuestos excesivamente conservadores para luego, por la vía de adiciones, financiar proyectos que fueron originalmente aprobados sin suficientes recursos. De hecho, cuando menos desfasado estuvo el presupuesto frente a lo ejecutado, estuvo 20 % por encima y llegó a ser 40 % más lo ejecutado que lo presupuestado al principio del gobierno.
Esta administración ha llevado al extremo viejos trucos como subcontratar dos o tres veces los mismos recursos para no hacer procesos competitivos. Ejemplo: el distrito de Medellín financia el Presupuesto Participativo y le entrega la plata al Inder y este a su vez lo subcontrata con Metroparques. Si el distrito le entrega al Inder 20.000 millones, el Inder se lo entrega a Metroparques y este a su vez lo contrata de manera directa con alguna empresa sin importar mucho su trayectoria o capacidad; en el camino se queda lo que cobran los intermediarios y no se convierte en servicios para los ciudadanos. Y, como si no fuera poco, es posible que ¡cada entidad asocie a cada contrato metas de su gestión con la misma plata!
El nuevo truco presupuestal con el que sorprenden estuvo asociado a la infraestructura educativa y de recreación. Luego de hacer poco o ningún mantenimiento por dos años (la Personería de Medellín mostró que el 79 % de las instituciones tenía problemas de infraestructura), y en el marco de un abandono histórico de algunas infraestructuras, los ciudadanos se movilizaron a favor de la inversión en infraestructura educativa. Entonces, se usa el truco de las vigencias futuras, para no solo gastar los recursos que cada año se debieron poner en mantener y mejorar, sino para gastarse la plata de los gobiernos que vienen. Y la manera de vender este truco es decir que “es una acción heróica que viene a salvar el día de la desidia de los gobiernos irresponsables del pasado” (que invirtieron muchos recursos, pero nunca resolvieron el problema de raíz) y es un acto único y magistral. No hay que olvidar que lo que se descuida siempre es más caro de reparar.
Los trucos no son necesariamente ilegales, pero debemos tener en cuenta que, cuando asistimos a un acto de ilusionismo y sabemos lo que pasa detrás de las manos veloces, somos nosotros los que decidimos creer o no en la ilusión