Por Carlos I. Arango
Hace unos años leí sobre el origen de la palabra “contrabandista”, y resultó ser alguien que trabaja en contra de su propio bando.
¿Qué es lo que nos está pasando? ¿Cómo es posible que el sueño de Antioquia de la “Carretera al Mar” iniciado por el ingeniero Gonzalo Mejía desde 1926 para que una vez conquistada la montaña se procediera a hacer un gran puerto en Urabá, sea obstaculizado desde todos los frentes? La Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín de la época contrató a una firma alemana que hizo los estudios sobre la conveniencia de hacer el puerto en Necoclí. Así la naciente gran industria antioqueña llegaría con pocos sobrecostos a los mercados internacionales generando el tan deseado empleo.
Pero no, el deporte nacional es la zancadilla y tinterillos y oscuras fuerzas usan las herramientas de la democracia para impedir el bienestar de todos. Centroamérica está creciendo muy rápido pero no tiene producción local, ¿cuánto empleo se generaría si nuestras empresas pudieran llegar con nuestros productos económicos a ese mercado? Podríamos exportar todo lo que se requiere para una vivienda, desde ladrillos y tejas hasta muebles y cortinas, pero las zancadillas lo impiden. Gente perversa lo impide