Me estaba aprendiendo las tablas de multiplicar. Tenía como 7 años e iba repitiéndolas al son de las olas del mar, en la lancha que nos llevaba de Coveñas hasta isla Múcura, en el Archipiélago de San Bernardo del Viento, en el Caribe Colombiano. Me acuerdo cómo a mi mamá se le brotaban los ojos, a cada una de mis equivocaciones. Sin perdonar que estuviera en vacaciones. Para ese momento, la gente de la isla advertía cómo “el mar se estaba comiendo la playa”. Eso fue en enero de 1994, muchos años antes que a “los mafiosos” les diera por esconderse y casarse allá.
Ojalá que el cambio climático, les deje conocer al “Fin del Afán”, como le dicen a isla Múcura. Yo pensaba que la playa estaba desapareciendo, porque “la sal del mar se la había comido”. Para ese entonces todos los viajes a la costa iban antecedidos de la advertencia de mi mamá: “la sal del mar se come cualquier cosa”. Pero eso no pasaba con isla Múcura. Estudios recientes, señalan que la isla podría desaparecer a causa del cambio climático.
Ojalá que el cambio climático nos deje conocer a los 52 pequeños Estados insulares en desarrollo, que están en riesgo de desaparición por su ubicación geográfica al lado del mar, y la dependencia económica del turismo y comercio exterior. ¡Ahí están Haití, Cuba y Jamaica, y algunas islas del Mar Caribe, del Océano Pacífico, África y el Mediterráneo! ¡La inmensa mayoría con altos niveles de pobreza! Eso dice el Departamento de Economía y Asuntos Sociales de las Naciones Unidas.
Ojalá que el cambio climático nos deje conocer los 172 países que según el informe “Riesgo Mundial 2018”, tienen mayor riesgo de desaparecer a causa de un evento natural extremo que conduzca a una catástrofe. Al menos la Copa del Mundo en Qatar no corre riesgo porque es el país con menor probabilidad de desastres por el cambio climático. El país con mayor probabilidad es Vanuatu, una isla en el Pacífico Sur. De la totalidad del territorio de América Latina, los países con mayor prevalencia de riesgo están en Centroamérica.
Ojalá que el cambio climático nos deje conocer los glaciares de los Andes, Europa Central, los Himalayas, Canadá Occidental y Estados Unidos. Según la revista Nature de abril de 2019: el derretimiento del hielo de los glaciares “representa entre el 25 % y el 30 % del aumento observado en los niveles globales del mar”.
Ojalá que el cambio climático nos deje conocer a Lousiana y a todos los lugares de la costa sureste de Estados Unidos, como Nueva Orleans. Para celebrar el festival de Mardi Gras, escuchar jazz y conocer la influencia de la arquitectura de las costumbres africanas, francesas, americanas y canadienses.
Ojalá que el cambio climático nos deje conocer el mundo. En 2018, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) publicó un informe titulado: “Un último llamado“. Según el cual, para el 2030 la humanidad debe haber reducido en un 45 % las emisiones de gases de efecto invernadero y para 2050 haberlas acabado en su totalidad”.
¡Ojalá que nosotros mismos nos dejemos conocer el mundo! El cambio climático es un efecto de nuestras acciones en contra del planeta, pero más aún, en contra de nosotros mismos.
Ojalá que puedan controlar el fuego en el bosque australiano, para poder ir por allá alguno de estos días.