Por Juan Camilo Mesa Pinilla*
@MesaConS
No nos mintamos más: nos alimentamos cada vez peor. Los ultraprocesados están ganando cada vez más espacio en las góndolas de los supermercados y no estamos haciendo mucho para detener su avance. Al contrario, se los permitimos, sin pestañear ni exigir claridad en su etiquetado. Parece que perdemos la batalla, pero nos aferramos a la esperanza.
Llega la madre a consulta de nutrición, preocupada porque su hijo no come, sólo acepta comestibles insanos (comida chatarra). ¿Pero cómo es posible que a mi hijo sólo le gusten los paqueticos? Se pregunta la señora, bastante agobiada por la situación.
Ahondando sobre los hábitos del niño, sobre su estilo de vida y los alimentos disponibles en casa, se encuentra que el niño va al colegio con una lonchera repleta de ‘papitas’, ‘galleticas’ con crema, cereales azucarados y los famosos ‘juguitos’ de caja. ¿Señora, y las frutas? ¿Y la comida real?, se pregunta uno. A lo cual responde: “no se compran porque ya no le gustan”.
Continúa la entrevista con los padres. Se encuentra uno con que muchos padres ya no cocinan en casa, que lo único que la despensa tiene disponible son comestibles procesados (listos para consumir), más, quizás, unas bolsas de leche y unas cubetas de huevos en la nevera que sí caben dentro de una dieta saludable.
Es difícil exigirle a un niño que consuma frutas y verduras cuando sus padres, o cuidadores, no las contemplan en su lista de mercado. Es difícil llegar al almuerzo y servir un plato de comida con alimentos saludables y ver que el niño a duras penas lo prueba. Lo vemos a diario.
Pero es que ofrecemos cereales altos en azúcar al desayuno, junto con jugos industrializados y gaseosas a las medias nueves, en combo con chocolates. Pero eso sí, exigimos que nuestros niños coman a medio día alimentos que no saben tan dulce, ni tan salado, y que no tienen la irresistible palatabilidad que las grasas saturadas otorgan.
Colombia tiene a uno de cada cuatro niños en edad escolar con algún grado de exceso de peso. Y a la postre, el 56,4 % de adultos presenta sobrepeso u obesidad, según datos de la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional del 2015. ¿Qué nos arrojará la encuesta que se hará el próximo año? Permítanme acudir al pesimismo.
Estimado padre de familia: los niños comen lo que sus padres. Promovamos en ellos buenos hábitos alimentarios y actividad física.
* Nutricionista dietista y Microbiólogo.