viernes
7 y 9
7 y 9
Por Francisco Javier Rivera P.
Es paradójico que los gobiernos incentiven dejar el carro en casa y promuevan el uso del transporte público, pues el buen servicio de estos no es tal. En la Loma del Esmeraldal, en Envigado, atendida por las líneas Gascuña (circula por la transversal intermedia) y TIO/Santra, que van desde y hacia la estación del Metro Ayurá, hemos cronometrado la frecuencia de estas dos empresas y se toman hasta más de 20 minutos de espera en los paraderos (hablo de los localizados al frente del Gimnasio, vía transversal intermedia y abajo de este, al frente de la Urbanización Ibérica Vital). Ocurre igual con los siguientes paraderos de la ruta, utilizados por estudiantes, ejecutivos, amas de casa, visitantes, trabajadoras del hogar, vigilantes y personal de mantenimiento de edificios y urbanizaciones cercanas.
El servicio es muy deficiente y hace que tengamos que usar taxis –cuando hay cuatro personas o más, para “simular colectivos” hasta la estación del metro o bajar a pie la Loma del Esmeraldal, que no tiene continuidad lateral en sus aceras–. Ojalá el nuevo alcalde de Envigado y su secretario de Movilidad hagan estudios de frecuencia y verifiquen esto. De lo contrario seguiremos usando más vehículos, contaminando en el único aire bueno que nos queda en la lomas orientales del Valle de Aburrá.
