Por david e. santos gómez
Mientras cerramos las puertas de este pavoroso 2020, año de la pandemia, abrimos las de un incierto 2021, año de la vacunación. En los meses venideros el proceso para una inoculación masiva y multimillonaria se revelará en forma de diagnóstico sobre las capacidades estatales y gubernamentales de cada país. Una verdadera radiografía de dónde estamos.
En América Latina, de México a Argentina, las naciones intentan definir a las corridas el manejo que deben darle a un reto como no ha existido en la época reciente, en una cadena de urgencias que empieza por la adquisición de las dosis, sigue con su almacenamiento, pasa por el diseño de un plan efectivo de vacunación que llegue a cada uno de los rincones del territorio y finaliza con la aplicación. Con varios laboratorios en la meta de la aprobación científica, o cerca de ella, los países han determinado cuál dosis se ajusta mejor a sus necesidades -económicas y políticas- y empezará allí un camino largo, que durará más de un año, y en el cual algunos han tomado la delantera.
Brasil, Argentina y México lideran el proceso con la promesa de aplicar las primeras inyecciones antes de cerrar el año (la promesa, atrevida, puede no cumplirse). En los tres juega una mezcla de compromisos que llevan a la rusa Sputnik V a estar entre las elegidas, a la china de CanSino como una opción, y a la de Pfizer, con la que el Reino Unido ya empezó su vacunación, como la que por ahora resulta mas confiable. Los gigantes latinoamericanos toman la batuta por su capacidad tecnológica, en algunos casos, y monetaria en otras; mientras países como Bolivia, o parte de Centroamérica, se verán beneficiados del programa de la OMS que les garantiza un acceso gratuito a dosis que de otra forma serían impagables para ellos. Colombia tendrá un camino lento. Se espera que en el primer semestre inicie, de a poco, el camino hacia la inmunidad, con paquetes amplios de distintas vacunas.
La pregunta que brota en este punto es cuánto influirá la demagogia y el desorden y la corrupción latinoamericana en un proceso del que depende todo. Cómo jugará la desinformación y la ignorancia en un esfuerzo que tiene que ser común para ser exitoso. Lo que nos espera correrá el velo de todos nuestros logros y de muchas de nuestras desgracias.