Veinte o treinta años atrás, todos teníamos un pariente, un amigo o un vecino que trabajaba en cualquiera de las grandes fábricas que había en Medellín y sus alrededores: Coltejer, Peldar o la Nacional de Chocolates, antes de que se llamara Nutresa. Pero esto ha cambiado por muchas razones. Una de ellas es que la industria pesada se fue de la ciudad para otros lares y hoy la economía local es diferente. Otra, que los millennials buscan desarrollarse en un mundo más dinámico, se inclinan por carreras donde puedan crecer con mayor velocidad y están orientados al emprendimiento, más que a la dependencia de un empleo convencional.
Entonces dejamos de hablar de jornales, patrones y horarios rígidos y empezamos a oír palabas como clúster, spin off, scoring, rueda de negocios, coworking y otras que no sé ni escribirlas. Y un día, hace ya diez años, también empezamos a oír de Ruta N, aunque muchos no sabemos eso con qué se come.
En palabras de Alejandro Franco Restrepo, su director, “Ruta N es una agencia, única en Colombia orientada por misiones, cuyo objetivo central es impulsar la innovación como un proceso transversal de la sociedad que le permita solucionar, desde la aplicación correcta de la Ciencia, la Tecnología y la innovación, los desafíos más apremiantes de la ciudad. Estas misiones son alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible priorizados para Medellín”.
En su tarjeta de cumpleaños, bellísima, dice: “Medellín es la niña que le enseña a sus abuelos a buscar algo en internet; es el joven que mira el cielo camino a casa y sueña con cambiar su entorno. Es el emprendedor con ideas locas que lo desvelan y la empresaria que aún en medio del feliz caos de su mañana en familia antes de salir a trabajar, saluda a sus vecinos con una sonrisa. Medellín es el conjunto de hombres y mujeres que decidieron ser mejores, que decidieron formar alianzas, que decidieron trabajar en equipo y se dieron cuenta del inmenso poder de transformar que tenían en sus manos”.
Ruta N es eso. Una suma de capacidades, destrezas y tecnologías que buscan fortalecer el conocimiento para un mejor desarrollo de la economía de la ciudad, sin límites ni imposibles, pero con todo el rigor, el esfuerzo y la perseverancia para mejorar la calidad de vida de las personas a partir de elementos que antes poco o nada se tenían en cuenta localmente, como la investigación y la innovación.
¿Y cómo se logra? Mediante tres estrategias que forman su ADN: Atraer talento, capital y empresas globales a la ciudad; desarrollar y fortalecer el tejido empresarial innovador y emprendedor y generar soluciones en ciencia, tecnología e innovación para los retos de ciudad. ¿Quiere proponer ideas o apoyar las de otros, mediante financiación, elaboración de proyectos o desarrollo de iniciativas? ¡Ruta N es el camino! Son bienvenidos estudiantes, empresarios, grupos de investigación, inversionistas, emprendedores y líderes sociales.
¡Felices 10 años! ¡Y larga vida en su empeño de seguir trabajando junto a los que se atreven a hacer las cosas distintas!.