Por ÁNGELA M. PÉREZ
El medio ambiente es preocupación para todos, es cierto. Los ciudadanos nos hemos comprometido a dejar el carro en la casa, con todo lo que implica económicamente para las familias. Todos dicen “para eso está el transporte público”, y yo, por ejemplo, debo transportar a mis hijos a su colegio y guardería, que además entran en horarios distintos y el corre corre es de locos, pues no hay un bus que haga el recorrido que necesito. Tocó taxi para tres días semanales de esta medida, para una familia donde sólo hay un ingreso y tres hijos. Aún así, la salud y el bien de todos va primero. Pero, en todo esto no veo un compromiso real del Estado. Los carros a gasolina son lo que nos tocó en el pasado, pero ahora el sistema eléctrico es una solución enorme para que reemplacemos esas emisiones contaminantes. Falta compromiso y ya sabe uno que es por el negocio de la gasolina. Ya el Gobierno debería estar poniendo plazos para migrar a esa nueva tecnología. Los carros eléctricos que hoy son tan costosos, deberán bajar sus precios porque la demanda crece, eso es natural de todos los mercados. Incentivos, formas fáciles para que la gente pueda adquirirlos a través de créditos con muy bajas tasas de interés. Pero no veo a ningún Gobierno preocupado por soluciones como esta que sí son efectivas.