Por Ma. Julieta Troconiz L.
Por Ma. Julieta Troconiz L.
Buena parte de las inconformidades que se están viendo en este paro nacional, sobre todo las que están expresando muchos jóvenes, nacen de un desconocimiento e incomprensión absoluta del funcionamiento de la economía. Hace falta que se venza esa ignorancia tan grande sobre las reglas económicas, qué bueno sería que en los últimos años de la secundaria se hiciera mayor énfasis en conocimientos económicos, aunque si de los colegios y escuelas oficiales se trata, con la educación doctrinaria manejada por los sindicatos de maestros, no hay que esperar que esto se vuelva realidad. Cualquier colombiano que haya pasado por las aulas debería conocer nociones básicas, por ejemplo, que los recursos son escasos, que si el Gobierno los destina a un sector es porque se los quita a otros; que las empresas generan riqueza y empleo; que no es posible que el Estado gaste y gaste y no reciba recursos vía impuestos; que si a los generadores de riqueza se les cobra sin límite se irán a otros países más amigables a la inversión; que el Estado es mal empresario y peor gerente; que los subsidios deben ser temporales porque o si no paralizan el dinamismo económico