Jesús Eduardo Vélez Mejía
Es muy común para nosotros los colombianos –no sé en otras latitudes– utilizar el modismo popular “se nos volvió paisaje”, cuando algo que se nos volvió costumbre, ya que para muchos ante la belleza y diversidad de nuestros hermosos paisajes, ya ni les paramos bolas, los despreciamos o poco los detallamos.
Unos estamos rodeados de montañas, por eso ni nos dimos cuenta cuando se fueron erosionando; otros viven felices frente al mar, y no se dieron cuenta cuando este se les llenó de basuras, botellas y chanclas; otros orgullosos disfrutamos del fresco aire que respiramos, pero no nos dimos cuenta cuando se fue contaminando y respirarlo hoy es muy peligroso, por eso y ante lo que nos ocurre en el país en su diario devenir, y hoy con el covid-19 (C19), todo se nos fue “volviendo paisaje” y todos tan campantes y sin importarnos nada, seguimos tan tranquilos y despreocupados con una actitud que raya con el cinismo.
En Colombia se nos “volvió paisaje” la corrupción, las masacres de campesinos, el desplazamiento forzado, los feminicidios, el maltrato infantil, las fallas estructurales en los grandes proyectos de ingeniería, los falsos positivos, la tala de bosques, el narcotráfico, el irrespeto a las cortes, los aumentos salariales a los congresistas, los sembrados de coca, las guerrillas, los paracos, los políticos detenidos, la extorsión, el paga diario, la “vacuna”, la delincuencia común, la contaminación de los ríos por la minería ilegal, la violencia intrafamiliar, y muchas tantas cosas más (Usted puede agregar otras).
Unido a lo anterior y con esto del C19 también se nos volvió paisaje: las promesas incumplidas, el maltrato a los médicos y personal de servicios hospitalarios, las asonadas y pedreas contra la policía, el alza en los servicios públicos y productos de la canasta familiar, la violación de las señales de tránsito por los mensajeros de Rappi, la indisciplina social y colectiva, el mal o no uso del tapabocas, las iglesias y templos cerradas, los miles de avisos de “se arrienda”, el realiti diario de las 6 pm por televisión, la caída de los decretos presidenciales por pandemia ante la Corte Constitucional, las ayudas gubernamentales incumplidas, los trapos rojos mendigando ayuda, la proliferación de las ventas ambulantes, el temor de muchos y la desfachatez de otros, entre muchas cosas más... (Usted las puede agregar).