Por Marco Ribas*
@Accenture_CO
Si quedaba alguna duda de por qué los líderes del C-Level necesitaban construir entre sus equipos unos sólidos cimientos digitales en las operaciones de las organizaciones, el Covid-19 las disipó. La pandemia y las restricciones relacionadas generaron un quiebre en los modelos tradicionales de operación, distribución y relacionamiento con los clientes, permitiendo brillar a quienes venían apostando por la innovación y la evolución digital.
Un reciente estudio de Accenture encontró que, incluso en medio de la crisis, las organizaciones más avanzadas en digitalización, que corresponden a un 7 % a nivel mundial, seguían rindiendo el doble que sus pares. Estos líderes habían predefinido estrategias de negocio orientadas hacia la inteligencia artificial, la nube y la calidad de los datos, a la vez que transformaban el modo en que su gente y negocio funcionan.
El Covid-19 ha acelerado la transformación digital y ha confirmado que la inacción ya no es una posibilidad. Pese a lo obvio detrás de esta afirmación, el cambio en la escala requerida puede generar nuevas dudas entre los tomadores de decisiones, especialmente porque muchos directivos serán cautelosos a la hora de realizar inversiones tecnológicas cuando los presupuestos son ajustados.
Entonces, ¿cuál es el camino a seguir? A partir de los casos de éxito de los líderes globales, se han identificado tres tecnologías que impulsan el valor entre las personas y el negocio: cloud, automatización e inteligencia artificial (IA).
La nube permite avanzar en los esfuerzos de digitalización, garantizando que se puedan realizar cambios a pequeña escala. Mover las cargas de trabajo a cloud ayuda a reducir costos, lograr una escalabilidad ágil y acelerar la innovación. Colombia está bien enfocada en este sentido y, según el estudio referido, un 80 % de las compañías locales ha migrado a la nube a raíz de la pandemia, mientras que un 84 % considera que para ser ágiles y resilientes se necesita acelerar su transformación digital con cloud como uno de sus escenarios.
Sobre la automatización, los líderes buscan hacer que sus operaciones sean más resilientes, con sistemas que les permitan ‘detectar y responder’ a los riesgos, pero aun así muchos todavía dependen de procesos manuales. La automatización reduce potencialmente los errores e impulsa el talento humano para obtener mejores resultados, brindando, adicionalmente, un impulso a la moral de los equipos que se sienten motivados al bajar su tasa de fallos. Las proyecciones en este sentido son positivas, señalando que la madurez de la automatización se multiplicará a nivel mundial por más de ocho, pasando a 2023 del 5 % al 44 %.
En cuanto a la inteligencia artificial, en un mundo en que los modelos de trabajo distribuido se están convirtiendo en la norma, la IA puede ayudar a poner a las personas en el verdadero centro de las organizaciones. Actualmente solo el 5 % de las empresas a nivel mundial ha escalado la inteligencia artificial en toda la compañía, lo que es crucial para avanzar en su madurez y lograr impacto. Del mismo modo, es importante ver a la IA como una herramienta que potencia las capacidades humanas, por lo que esta debería aliviar la carga de trabajo rutinario de los empleados, a la vez que garantice mejores resultados de cara a los clientes, haciendo que sus experiencias sean más coordinadas, fiables y de calidad. Los ejecutivos colombianos reconocen esta oportunidad y la IA está entre las tecnologías en las que más proyectan invertir, un 58 % espera fortalecerse a través de ella este año.
El tiempo de la transformación digital sigue siendo éste, en especial para los dispuestos a tomar decisiones que evolucionen de manera significativa sus organizaciones. Con una estrategia definida de nube, automatización y colaboración entre humanos y máquinas, se hará realidad la anhelada disrupción sectorial, innovar para atender los nuevos patrones de demanda y reconstruir el modelo de fuerza de trabajo, más rápido y mejor
* Presidente Ejecutivo de
Accenture Colombia.