Con el retiro esta semana del controvertido magistrado Ariel Salazar Ramírez, quien aprovechó sus últimas semanas de labor para entablar un diálogo epistolar con la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia mediante el cual desnudó graves episodios de desenfreno al interior, este organismo quedó literalmente desmembrado porque –según el reglamento– el quorum decisorio era de las dos terceras partes de los miembros de la corporación, esto es, dieciséis, y solo quedaban quince.
Tal estado de cosas...