El pasado sábado se realizó en La Pintada el Foro Aportando colectivamente al desarrollo del Suroeste, en el cual participaron más de 200 personas. Un encuentro en el que se socializaron los principales proyectos de inversión –institucional, privada y pública– que actualmente pueden tener mayor impacto sobre el territorio. Como contexto, para la apreciación de la significación de tales iniciativas y, en general, para la conversación con mejor conocimiento, el Instituto Alexander von Humboldt y la Universidad Eafit compartieron sus estudios sobre la región. Por su parte, la Gobernación nos actualizó sobre los impactos del sistema de autopistas de cuarta generación que conecta el Pacífico con el Atlántico y que atravesará el corazón del Suroeste.
En el Foro tuvimos la oportunidad de exponer, por generosa designación de los municipios de Támesis y Valparaíso, el proyecto Agroparque Biosuroeste como plataforma de convergencia público-privada para impulsar iniciativas que potencien el desarrollo sostenible del territorio. Privilegiando aquellas actividades de alta generación de valor compartido con las poblaciones de influencia del Agroparque: los 11 municipios de la Provincia Cartama. Una especie de Ruta N rural, contextualizada a las necesidades, potencialidades, cultura y conservación productiva, con el propósito superior de generar mejores oportunidades para dichos municipios, con una primera responsabilidad con Valparaíso y Támesis, dueños de los terrenos en los que se establecerá el Agroparque. Hay que hacer un reconocimiento muy especial a los concejos y alcaldes de dichas localidades, por su comprensión responsable sobre que la calidad de vida de sus habitantes necesita de la inversión empresarial y social, quienes, para facilitar dicha relación, decidieron crear una corporación mixta con el concurso de reconocidas instituciones sin ánimo de lucro. Que ayude además a mantener los propósitos superiores del proyecto y su sostenibilidad, dentro de los más altos estándares de gerencia social y de buen gobierno.
El Agroparque lo forman 600 hectáreas de la hacienda El Pescadero, donadas por la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) después de una larga gestión de los dos municipios. Un terreno cuyas características lo hacen ideal para los fines comentados y con la oportunidad además de convertirlo en el gran laboratorio nacional de conservación productiva del bosque seco tropical. Conservando elementos de ordenamiento territorial, con inclusión de instrumentos de gestión del riesgo y cambio climático global.
Por ser la educación uno de los pilares para el éxito del Agroparque y en general para mejores condiciones para la inversión en la región, el año pasado y fruto de una gestión conjunta de la provincia de Cartama y Biosuroeste, el Instituto Ítalo-latinoamericano –IILA– donó un millón y medio de euros, para mejorar la formación técnica en cítricos, café especiales y turismo, en la Institución Julio C. Hernández, como núcleo central de más y mejor educación superior en la Provincia, con el estratégico concurso de Comfama. Donación que es además un voto de confianza internacional a la iniciativa.
Confiamos y seguiremos convocando a nuestra sociedad para lograrlo, que Biosuroeste sea un hito en la generación de mejores condiciones para la trasformación positiva que necesita nuestro sector rural, para más y mejor equidad, generando nuevas fuentes de trabajo decente y de desarrollo empresarial, bajo modelos de desarrollo sostenible.
* Presidente Proantioquia