Como en la fábula bíblica del banquete del rico epulón, en la que un mendigo llamado Lázaro, echado a su puerta y enfermo de lepra, come las migajas que caen de la mesa del rico, en el banquete multimillonario de la venta de las vacunas contra el Covid-19 los países más pobres se están llevando las sobras.
A solo dos semanas del anuncio de su nueva vacuna por parte de los laboratorios Pfizer y su socio alemán BioNTech, el 82 por ciento de sus existencias ya han sido vendidas a algunos de los países...