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La denuncia sobre el riesgo que corren hoy 300 alcaldes del país por presiones de los grupos armados ilegales prendió las alertas sobre un tema que para muchos se creía superado.
En los registros de la Federación Colombiana de Municipios aparece que, al menos, 300 alcaldes viven algún tipo de amenaza. Para la Misión de Observación Electoral (MOE) el hecho "es grave" porque las guerrillas y las bandas criminales pueden terminar gobernando a través de ellos.
Antonio* es uno de esos mandatarios que hoy se le está escondiendo a la muerte.
Primero fueron las llamadas insultantes que, además de inquietarlo, le paralizaban las piernas y lo acuartelaban días enteros en su oficina. Al principio, las entendió como parte de su rutina diaria, porque siendo candidato estuvo amenazado. Pero el "perro hp te vamos a matar", de los últimos días lo venció y lo obligó a buscar el exilio de su pueblo.
El mandatario, quien no tiene carro y a quien le toca montar en bus, asegura que aunque dos policías lo escoltan, no se puede mover sin antes pedirle a la Virgencita que lo proteja.
"Estoy denunciando detrimento patrimonial. Lo que me dicen es: 'perro, no sigas denunciando que no vas a alcanzar a ver ningún resultado'. Cuando a uno le dicen eso es porque lo van a matar", relata Antonio, quien pese a la amenaza solo ha recibido del Ministerio del Interior un chaleco antibala.
"A mí ya ni me da rabia, porque parece que a las autoridades poco les importa si me matan", dice el alcalde quien está pensando en renunciar.
Esa opción no la tuvo el alcalde electo de Santa Cruz, Nariño, Alberto Chazatar Bastidas , quien fue asesinado el 31 de diciembre de 2011, un día antes de posesionarse. Ni el alcalde de Santo Domingo, Antioquia, Jaime Humberto Sánchez , el único mandatario asesinado entre 2008-2011.
Están coartando el poder
Desde la campaña electoral, el tema de seguridad era crítico a tal punto que tres semanas antes de los comicios de octubre de 2011, la Fiscalía reveló que 49 aspirantes a alcaldías tenían amenazas.
Ahora, cuatro meses después de la posesión, la Federación de Municipios destaca que aunque las cifras de amenazas no están desbordadas y corresponden al promedio que tienen desde el 2000, hay que ponerle atención a los alcaldes que enfrentan riesgos.
Según las estadísticas de Fedemunicipios, de los 300 alcaldes amenazados, 100 tienen estudio de seguridad y de estos, 60 son de riesgo extraordinario y por lo tanto se les han brindado medidas que van desde chalecos, escoltas, medios de comunicación y carros blindados. 40 alcaldes tienen riesgo ordinario. A los otros 200 apenas se les inició estudio de riesgo.
"Si nos comparamos con el año 2000 donde el panorama era bastante complejo, se puede decir que hoy la situación es positiva. Siempre hemos tenido cerca del 30 por ciento de los alcaldes con algún nivel de riesgo", explicó Gilberto Toro Giraldo , director de Fedemunicipios.
Lo que más preocupa no son las cifras sino el poder que en algunas regiones tiene la guerrilla y las bandas criminales. "Estas amenazas significan que hay zonas en las que los ilegales tratan de coartar a los mandatarios locales. Hay casos en los que la guerrilla incluso ha llegado hasta las fincas de los alcaldes y han amarrado y secuestrado transitoriamente a los mayordomos", afirma Toro Giraldo.
El llamado de la MOE
La Misión de Observación Electoral (MOE), una organización de la que hacen parte varias entidades de la sociedad civil, tiene en su más reciente reporte las amenazas a seis alcaldes, cifra que indica un subregistro frente a los datos de la Federación.
Alejandra Barrios , directora de la MOE, afirma que además de los mandatarios, hay una gobernadora y 43 corporados amenazados. Las situaciones más graves aparecen en Putumayo, Caquetá, Bolívar y Cauca. En Antioquia, no tienen reporte de alcaldes amenazados.
La MOE aclara que de los años anteriores no tienen registro porque los mandatarios no denunciaban las amenazas y apenas este año les comenzó a llegar la información.
"Se deben tomar todas las medidas para que este fenómeno de presión no se siga presentando. Lo más grave es que termina gobernando, a través de ellos, la ilegalidad. Son alertas muy graves, porque así pasamos ocho años con el paramilitarismo, no pusimos la suficiente atención y de repente nos dimos cuenta que la irregularidad estaba gobernando", dijo Barrios n
* Nombre cambiado por seguridad del alcalde.