viernes
7 y 9
7 y 9
Entre rasgueos de cuerdas, gaitas, oraciones, arengas y el sonido arrastrado de las maracas, el Gobierno venezolano encontró ayer una excusa para insuflar nueva vida a un desmotivado chavismo, promoviendo en el país la celebración del natalicio del fallecido presidente Hugo Chávez que, si hubiese derrotado al cáncer, acabaría de cumplir 59 años de edad.
“Vamos a celebrar el natalicio de nuestro comandante supremo en Sabaneta de Barinas (ciudad natal de Chávez). Allá estaremos con el presidente Nicolás Maduro”, anunció temprano el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.
Alrededor del Cuartel de la Montaña, una edificación del centro de Caracas en la que descansan los restos de Chávez, muerto el 5 de marzo pasado, varias organizaciones populares celebraron misas y compartieron tortas en muestras de un fervor cuyo origen explicó Germán Sahid, profesor de la Universidad del Rosario.
Complicado para Maduro
“Chávez implementó el sistema de educación cubano, que se asegura de que desde que uno entra a prekinder todo el proceso educativo vaya acompañado de un proceso político, de un adoctrinamiento”, explicó el experto.
Sin embargo, según Sahid, en ese proceso radica el peligro para el nuevo líder chavista de perder vertiginosamente el apoyo popular. “No es que la gente sea chavista, es lo único que ha aprendido, lo que complica las cosas para el nuevo líder chavista”, concluyó.
Ese nuevo dirigente, Nicolás Maduro, cumplió precisamente ayer cien días de gestión, recordando constantemente a los venezolanos que su programa de gobierno es fiel al preparado por Chávez.
Maduro admitió que sus primeros 100 días de Gobierno no han sido fáciles.
Según recientes encuestas, Maduro ha caído en sus índices de aprobación por debajo del 50% y Capriles gana terreno para colocar a la oposición, por primera vez en años, por encima del chavismo, según un despacho de la agencia Reuters.
Maduro, y su homólogo de Ecuador, Rafael Correa, relanzarán hoy en Caracas las reuniones ampliadas con ministros que solían celebrarse hasta 2011, cuando Chávez enfermó de cáncer.
Las implicaciones regionales de la ausencia del líder y la capacidad de liderazgo de Maduro quedarán mañana de manifiesto en Guayaquil, Ecuador, donde los presidentes de los países miembros de la Alba celebrarán su cumbre número doce, la primera sin Chávez.