Buriticá es uno de los municipios antioqueños más afectados por la actividad minera, ejercida muchas veces de manera informal, cuando no abiertamente ilegal.
La búsqueda del oro acabó con lo que hasta hace poco era actividad cafetera, hoy en ruina, y pasó a horadar la montaña mediante extracciones sin control. A la zona han llegado miles de personas a buscar el preciado metal, cuyo interés prioritario no es saber si lo que hacen es legal o sujeto a normas de seguridad laboral, si no que van directamente a la veta que asegurará su supervivencia, o su negocio.
La evacuación de una zona minera ordenada por las autoridades, atendiendo motivos de prevención y control, debe ser cumplida con prontitud, ojalá sin dar lugar a desórdenes. La acción prudente y el cumplimiento de los deberes legales debe primar sobre otros intereses.
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