Debajo de su uniforme naranja, Byron Escudero esconde un gran corazón, el de un hombre que se ha entregado en cuerpo y alma a servirles a los demás.
De sus 45 años de vida, 31 los ha dedicado a ser rescatista de la Defensa Civil, un trabajo cuya recompensa es la satisfacción de ayudar a otros sin esperar nada a cambio.
Su historia, ejemplo de valentía y servicio, es la misma de cerca de 180 compañeros suyos que, desde el primer día de la tragedia en Calle Vieja, se han esforzado por recuperar la totalidad de las víctimas mortales del alud.
"La experiencia acá ha sido muy gratificante, porque hemos podido ayudar, pero a la vez triste porque es difícil ver el sufrimiento de las familias por sus seres queridos", comentó Byron, quien ha participado en el rescate de 14 de las 85 personas que habrían muerto en el desastre.
Para él, que desde que comenzó su labor, cuando aún era un niño, ha tenido que vivenciar muchas de las tragedias que han estremecido al país, lo más impactante de ésta en particular ha sido el recate de los niños, porque, como él asegura, "apenas estaban empezando a vivir y tenían muchos sueños".
El calor, el cansancio y el llanto que en varias ocasiones lo han acompañado durante la tragedia no han sido obstáculos para que haya puesto todo su empeño en colaborar con las labores de rescate.
Tampoco lo ha frenado en su intención de ayudar a los demás el no tener trabajo, razón por la que sus familiares le han ayudado económicamente para costear los pasajes hasta el lugar del siniestro.
"Uno hace las cosas de corazón y por pura vocación. En estas tragedias hay riesgos, pero si llega nuestra hora sabemos que fue cumpliendo con nuestro deber", comenta Byron.
Según él, lo más importante no es que otros destaquen su labor sino Dios que, para él, "es el que nos cuida, nos protege y nos guía".
Sin duda, con la labor heroica de los rescatistas, renace una esperanza para las familias de quienes murieron en medio de una tragedia que continúa estremeciendo a todos los antioqueños.
Avanza el rescate
Hasta la tarde de ayer habían sido recuperadas 74 víctimas de las 85 que habrían muerto en Calle Vieja.
"Tenemos 16 máquinas en funcionamiento y mucho optimismo de encontrar a las 11 personas que faltan", dijo Diego Jaramillo, coordinador Administrativo del Clopad de Bello, quien aseguró, además, que falta por explorar un 15 por ciento de la zona donde estaban las viviendas.
El funcionario también indicó que ya empezaron a adelantarse las labores de estabilización de toda la zona, lo que incluye un terraceo o un banqueo en escalones y la colocación de filtros para evacuación de las aguas.
"La idea es poder quitarle la presión que las aguas lluvias, subterráneas y de nacimientos, generan sobre la masa desprendida para evitar así un nuevo deslizamiento", agregó.
En el lugar han sido removidos aproximadamente unos 40 mil metros cúbicos de tierra.
Reubicación de familias
Johanna Rodríguez, subsecretaria de Vivienda, indicó que ayer se continuó con el proceso de notificación a 114 familias que deben ser reubicadas por el riesgo que corren sus viviendas.
"Estamos adelantando todo el proceso de recibir la papelería (contratos y fotocopias de cédula) e inmediatamente se les está haciendo el pago de los tres meses de arrendamiento y la ayuda logística para hacerles el trasteo", afirmó la funcionaria.
Rodríguez también aseguró que a las familias que deben ser reubicadas se les está dando una ayuda humanitaria, y a quienes perdieron todo, el equipamiento básico para su nuevo hogar.
"El destino final es llevarlos a la casa y que se acomoden bien", precisó la subsecretaria.
Además, a quienes se encuentran ubicados en los albergues de la zona, se les están colocando unas manillas para que, según explicó la funcionaria, puedan entrar y salir fácilmente del albergue.
En cuanto a los procesos de demolición de viviendas, Rodríguez anotó que posiblemente empezarían hoy, luego de que hayan sido desalojadas la totalidad de casas que están en el sector delimitado como en riesgo.
"Ya nos dieron la orden para conseguir una casa en arriendo y desalojar lo más pronto posible, pero está muy difícil buscar y el valor de los arriendos se ha subido mucho", comentaron Luz Adriana Castaño y Marleny Castro, quienes hacen parte de una de las familias que están en la zona de riesgo y que deben ser reubicadas en los próximos días por determinación oficial.
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