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Varias potencias tienen sus ojos puestos sobre el deshielo del Ártico, y no precisamente por motivos conservacionistas: esperan, pacientemente, a que el calentamiento global derrita esa zona para explotar las riquezas que hoy están protegidas con la armadura del hielo.
El interés por lo que se esconde bajo el mar congelado se despertó cuando un reporte del Instituto Geológico de Estados Unidos reveló que esas profundidades albergan el 25 por ciento del petróleo y el gas natural que quedan por explotar en el planeta.
Carlos Patiño, experto en Política Internacional de la Universidad Nacional, agregó que esa zona posee recursos minerales, hídricos y pesqueros que también resultan "cruciales" para las economías desarrolladas.
Con la visión del analista coincidió la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, en una visita a Groenlandia a mediados de este mes: "La fundición del hielo suscitará más transporte marítimo, pesca, turismo, y la posibilidad de desarrollar reservas de petróleo y gas accesibles", dijo Clinton a la agencia AFP.
Pero E.U. es apenas uno de los países que ha demostrado interés por la explotación del Ártico. Otras naciones que limitan con éste como Rusia, Canadá, Noruega, Finlandia, Islandia, Suecia y Dinamarca ya hacen esfuerzos por demostrar su derecho de propiedad.
Y es que las rutas bloqueadas por el hielo también están cambiando, lo que facilita la navegación por el Mar del Norte y el paso noroccidental por Canadá. Esto influirá en el turismo de los países que bordean el Ártico mientras buscan el acceso a los yacimientos de oro, plata, hierro y carbón que se encuentran allí.
Hasta el momento, las jugadas se mantienen dentro de los límites de la diplomacia. Una investigación publicada por la cadena BBC , señaló que E.U., Canadá, Rusia, Dinamarca, y Noruega (los más interesados) decidieron respetar la Convención sobre el Derecho del Mar de la ONU, con vigencia hasta 2014.
Aún así, Rusia y Dinamarca han presentado ante la ONU reclamaciones de derecho sobre extensos territorios. Además, petroleras como la británica Cairn Energy y la rusa Rosneft, ya comenzaron a explorar las aguas.
Las revelaciones del portal Wikileaks también colaboraron con la causa del Ártico. En los cables diplomáticos revelados se pone de manifiesto la intención que tiene E.U. de aumentar su capacidad militar en la región.
"Gran parte de las armadas de estos países han hecho presencia, no sólo con buques y barcos de guerra, sino a través de misiones científicas que han explorado el territorio para identificar sus recursos", afirmó Patiño.
¿Desencadenará esta puja otra guerra fría? Aunque analistas así lo aseguran, Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación en Economía y Política con sede en Washington, consideró poco probable que se presente una confrontación.