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El presidente de la República, Juan Manuel Santos, reiteró este martes en la tarde que el Gobierno no va a desmilitarizar ningún territorio del país tal como lo piden las comunidades indígenas en el norte de Cauca.
El mandatario calificó de "inadmisible" la situación ocurrida en Toribío, donde por lo menos mil indígenas rodearon el cerro El Berlín y desalojaron a los uniformados que custodiaban las antenas de telecomunicaciones ubicadas en ese lugar. Al respecto, Feliciano Valencia, vocero del Cric, aseguró que los militares están en los alrededores, mientras que los integrantes de la guardia indígena aseguraron que de allí no se moverán.
"Como Presidente de todos los colombianos rechazo categóricamente dicha actitud y hago un vehemente llamado para que cesen las hostilidades. Lo que estamos viendo son hechos inaceptables que constituyen conductas penales y deber ser investigadas por las autoridades", señaló el Jefe de Estado durante la reunión de la Comisión Nacional de Competitividad.
Aunque dijo que el Gobierno está dispuesto al diálgo, no se puede admitir es que los soldados sean agredidos. "Pero lo que sí resulta inadmisible y condenable son los hechos que se han presentado en el día de hoy, en el que algunos sectores de las comunidades indígenas han atacado a nuestros soldados", comentó.
El general Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, comandante de la Tercera División del Ejército, aseguró este martes que las tropas bajo su mando van a mantener la calma y la paciencia adecuada para manejar las situaciones de crisis como la que enfrentan en este departamento.
El alto oficial aseguró que sus hombres deben "apropiadamente hacer uso de las armas en las condiciones que así lo requieran, pero también limitarse cuando estas condiciones no estén dadas y buscar el mínimo daño posible a la población".
“Invito a mis soldados a que con esfuerzo, con estoicismo, con dedicación, sigamos cumpliendo con la Constitución, con las órdenes de nuestros superiores y la intención del Señor Presidente”, enfatizó Pérez Guarnizo. “Esa es la posición del comando de la Tercera División frente a los hechos ocurridos en estos momentos en el norte del Cauca”, añadió.
La Fuerza Pública no se retirará
Pese al panorama, el ministro del Interior, Federico Renjifo, sostuvo que los militares se quedan en Cauca "porque de lo contrario se desprotegería precisamente a la población civil y a los mismos indígenas. Eso es lo que (los líderes de las protestas) tienen que entender".
Mientras que el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, insistió en que la Fuerza Pública no se va a retirar de allá. "Se va a aumentar la capacidad y la presión, que eso les quede claro a todas las organizaciones y a las organizaciones terroristas que allí operan", puntualizó.
El gobernador del Cauca, Temístocles Ortega, dijo este martes que la respuesta del Gobierno, frente a la situación del Cauca es "tardía y lenta".
Para el mandatario departamental la vía más rápida para solucionar este problema es la conciliación entre los indígenas y el Estado. "El Cauca vive hoy un abandono histórico por parte del Estado", señaló en tono preocupado el dirigente caucano.
Entre tanto, el secretario de Gobierno de Toribío, José Miguel Correa, dijo que la situación como la registrada este martes complica más las cosas. "Eso ha puesto más tensa la situación", comentó.
La acción de los indígenas
Pasadas las 9:30 a.m. integrantes de la comunidad nasa, que se autodenominan guardia indígena, empezaron a rodear a los soldados que, un poco intimidados, se replegaron hasta una pared de ladrillos.
En ese lugar, los indígenas arrastraron por el suelo uno a uno a los seis soldados, que no soltaban sus fusiles, sin disparar.
"íYo soy Colombia, de aquí no me mueven!", alcanzó a decir uno de los uniformados.
"Tengo en esta montaña a suficientes soldados para combatir a la guerrilla, pero para enfrentar a más de 1.000 indígenas no son suficientes", declaró a la agencia AP, el general Jorge Humberto Jerez, comandante de la Fuerza de Tarea Apolo con sede en Cauca.
Marcos Yulé, gobernador del resguardo indígena de Toribío, dijo: "no queremos ninguna bota en nuestro territorio, ni de izquierda ni de derecha".
En tanto, María Canasia Tacué, de 30 años, madre de seis hijos y quien con un bastón de mando rodeó a los seis soldados, gritó insistentemente: "Necesitamos este territorio, los tenemos que sacar de acá, ellos (los militares) nos dicen que somos (unos arrodillados) de la guerrilla y la guerrilla nos dice 'sapos' (soplones)".
Pero Leidi Julicue, de 21 años, se mostró en desacuerdo con el maltrato a los soldados. "Este es mi territorio, pero no es ésta la manera de actuar; (los soldados) deben salir pero no de esta manera violenta".