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HISTÓRICO
Chiribiquete: un tapete de selva de 2,8 millones de hectáreas
  • Chiribiquete: un tapete de selva de 2,8 millones de hectáreas | Parque de Chiribiquete en la Amazonía. FOTO Parque Nacional Natural Chiribiquete, Archivo Parques Nacionales Naturales de Colombia.
    Chiribiquete: un tapete de selva de 2,8 millones de hectáreas | Parque de Chiribiquete en la Amazonía. FOTO Parque Nacional Natural Chiribiquete, Archivo Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Por MARÍA VICTORIA CORREA | Publicado

Cuando Julia Miranda, directora de Parques Nacionales Naturales, confiesa que su preocupación es cuidar las 2,8 millones de hectáreas del Parque Nacional Chiribiquete no exagera. La falta de un presupuesto sólido, la lejanía del parque, lo agreste del terreno, la presencia de las guerrillas y la amenaza de la deforestación y la minería ilegal son los obstáculos que tiene para conservarlo.

Y la preocupación aumenta porque el 26 de agosto, el Chiribiquete se convirtió en el parque más grande del país, al pasar de 1’298.954 hectáreas a 2’782.353 hectáreas.

De acuerdo con el Ministerio de Ambiente, allí habitan 41 especies de reptiles, 49 de anfibios, 145 especies de aves, 209 de mariposas, 13 especies amenazadas de mamíferos, seis posibles nuevas especies y 133 especies de peces.

Chiribiquete es, además, una de las joyas del patrimonio cultural colombiano, pues en algunos de sus cerros existen pictografías; zonas antiguamente transformadas por pobladores indígenas.

¿Hace cuánto tiempo estaban trabajando en la ampliación del Parque Chiribiquete?
"Desde hace cuatro años. El trabajo de ampliación de parques naturales requiere la relación con las otras entidades del Estado como por ejemplo la Agencia Nacional de Hidrocarburos, con la que desde el comienzo revisamos si había interés de exploración o explotación petrolera en las zonas que íbamos a declarar como área protegida. Ellos, evidentemente, mostraron un interés muy grande en esa región y juntos nos dedicamos a establecer los valores indispensables para la conservación que deberían quedar protegidos. Esta no es una decisión impuesta del sector ambiental sino que es una decisión de Estado, por lo que se decide hacer esta ampliación que le da a Colombia una área protegida muy importante".

¿Cuál es la importancia de este lugar?, ¿por qué tenían los ojos puestos ahí?
"En la Agencia Nacional de Hidrocarburos hay un mapa blanco con los parques nacionales pintados. Yo pregunté qué era lo blanco y la respuesta fue: toda el área donde hay un interés. La Agencia tiene interés de mirar en qué lugares hay petróleo en todo el país. Ellos pagaron al Invemar para que identificarán cuáles eran las áreas que teníamos que declarar como protegidas en las dos costas y se marcaron en un mapa. Pero en el resto del país, ellos tienen interés".

¿Con esta ampliación queda por fuera cualquier tipo de exploración minera o petrolera en esta zona?
"Claro que sí. La declaratoria establece que no se puede hacer explotación petrolera ni minera ni infraestructura de ningún tipo. Le decimos sí a la educación, a la conservación, a la investigación científica. Tampoco está permitido desarrollar una actividad ecoturística".

¿Por qué?
"Queda lejos de todo. Está en un lugar inaccesible y está en un estado prístino, realmente su integridad es total, no hay nadie viviendo adentro".

Sabiendo todo esto, que sus condiciones son agrestes y es de difícil acceso, ¿cómo lo van a vigilar?
"Este es un parque que forma parte de una estrategia integral que es frenar la deforestación en Colombia. Vamos a trabajar con las comunidades campesinas e indígenas adyacentes al parque para ver si podemos frenar la deforestación estableciendo con ellos programas productivos sostenibles. Con unos recursos económicos importantes que ha conseguido el Ministerio de Ambiente con otros países, vamos a trabajar en esa región para frenar la deforestación, mejorando la calidad de vida de las personas".

¿Tienen claro que sostener un parque de estas proporciones no es barato?
"No. Claro que no. Tenemos la fotografía satelital sobre cobertura vegetal, hacemos sobrevuelos, invertimos en horas vuelo que nos permiten hacer un control y vigilancia efectivo y vamos a utilizar la tecnología para cuidar este parque y todos los de la Amazonía que son tan extensos".

¿De cuánto es el presupuesto para cuidarlo?
"El Ministerio está consiguiendo en primera instancia 50 millones de euros. Este es un proyecto que hemos llamado "el corazón de la Amazonía" y Chiribiquete está en el corazón de ese corazón de la Amazonía. Sabemos que se requieren grandes cantidades de dinero para frenar la deforestación y para mejorar la calidad de vida las personas".

Si sabemos que este es uno de los lugares con más biodiversidad del mundo, ¿por qué la ampliación del parque se demoró tanto?
"Las ampliaciones de los parques siempre se demoran bastante, hay muchos escenarios en los cuales hay que trabajar. Por ejemplo, la consulta previa duró más de un año, eran cinco resguardos indígenas a los que había que hacerles un proceso formal de consulta acompañados del Ministerio del Interior, que resultó complejo porque son sitios muy remotos y las expediciones duraban un mes para poder hacer el recorrido completo. También hicimos un documento técnico que se le presentó a la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y ellos se demoraron para entregar su concepto favorable. También el trabajo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos se demoró bastante".

¿Qué grupos indígenas hay en la zona y cómo fue el diálogo con ellos?
"Son cinco resguardos indígenas y no fue tan sencillo conversar con ellos. Inclusive uno de los resguardos manifestó no estar de acuerdo con el proceso. Cuatro de los cinco resguardos manifestaron su acuerdo. Hoy en día, la gente de parques que está en la zona me dicen que los indígenas están convencidos de las bondades del parque nacional. Y aunque todos están por fuera del parque, se les explicó los beneficios, entre esos, la conservación".

¿Cuál fue el tratamiento con los grupos armados?
"Sí, en la zona ha habido presencia de los grupos armados ilegales. El Ejército nos ha apoyado siempre indicándonos por dónde se puede mover la gente. Frente a este tema, nosotros esperamos que cada vez más gane la seguridad en esa región, porque sería muy importante hacer la investigación científica que necesitamos. Lo que sí es cierto es que aunque hay presencia de grupos armados ilegales el parque Chiribiquete no está talado y no hay cultivos ilícitos".

De esta ampliación, ¿hay algo que le preocupe?
"El gran reto que es cuidarla. Cuando se vuela de La Macarena hacia el sur, se ve cómo la deforestación va impactando la selva y es realmente doloroso, preocupante como va avanzando. Eso me preocupa".

Con esta declaratoria se envían varios mensajes. Uno de ellos es que hay una preocupación real por conservar los recursos naturales...
"Colombia tiene una excelente legislación para las áreas protegidas, las cuales están blindadas por la Constitución. Lo que necesitamos es aplicarla adecuadamente y que no haya minería ilegal. Lo que es grave es que se están metiendo en las áreas protegidas, eso es grave".

Lo otro es el tema económico. Mientras se sacan adelante este tipo de ampliaciones, hay otros parques cuya condición económica no es tan buena, ¿qué hacer?
"Esto lo hemos venido sosteniendo ante los ministerios de Hacienda y Planeación Nacional y es que Parques Nacionales necesita el fortalecimiento de su presupuesto. Sin embargo para un proyecto como el de Chiribiquete, no hay presupuesto nacional que alcance. Son 9,5 millones de hectáreas de áreas protegidas en la Amazonía, es mucha tierra para proteger".

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