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HISTÓRICO
Daddy Yankee inspiró volei de Caucasia
Pablo Arbeláez Restrepo | Publicado
Desde el año pasado Yineth Martínez se soñaba con estar en una final del Ponyvoleibol.

El cuarto puesto del 2008 quedó grabado en su cerebro como si se tratara de una tortura.

En el bus de venida a Medellín, 365 días después, traía en su mente la idea fija de conseguir con su elenco de Caucasia el título que le fue esquivo al colectivo de Los Sauces.

Fueron días y días de duro entrenamiento en la cancha del colegio o en la auxiliar del estadio de fútbol del puerto sobre el río Cauca. No importaba que el sol y el calor pegaran tan duro como sucede con la canícula de este municipio del Norte antioqueño.

Yineth y sus compañeras se lo propusieron. No solo era ganar el cetro, sino hacerlo de forma invicta como finalmente sucedió cuando consiguieron 18 triunfos en igual número de partidos, con el agregado de ganar todos los sets.

Yineth y sus amigas, todas vestidas de amarillo por la organización, fueron un río de felicidad durante estos días que estuvieron en el torneo.

Ellas le imprimieron un sentimiento especial al coliseo de tenis de mesa Rodrigo Pérez Castro, que por fuerza de las circunstancias debió ser empleado durante el Ponyvoleibol.

Al ritmo del reaggeton, como Llamado de Emergencia de Daddy Yankee, marcando el ritmo, fueron los entrenamientos y los momentos de solaz y descanso, antes de unos partidos que como los de ayer resultaron de ardua disputa frente a un atestado escenario.

"Valió la pena tanto esfuerzo y poder gozar de esta fiesta. Es un orgullo el que se siente al venir aquí y poderle ganar a contendores de peso", contó la fornidita jugadora que tiene mucha influencia frente al desempeño de sus tres compañeras dentro del campo de juego.

A Yineth, como a sus demás colegas se le prendía diariamente esa especie de lucecita que ilumina su ser interior y que la impulsa a conseguir los éxitos.

"A la hora de los triunfos es cuando uno se acuerda de la gente que te inició o que te ayuda. Por eso hoy es cuando se debe recordar en Nechí a Albeiro Camargo, al alcalde de Caucasia Jorge Iván Valencia y al técnico James Suárez", dijo con su tono costeño la sardina de 11 años que también tuvo encima los ojos del árbitro Martín Messino, quien avaló los progresos de los elencos que estuvieron en este torneo de ambas ramas.

Ellas, la venidas de Caucasia, después del triunfo 2-0 sobre Gabriela Mistral, de Bucaramanga, supieron lo que era mucho gozar y disfrutar, algo que compartieron minutos después los muchachos campeones del Inder-Medellín, quienes le hicieron barra a sus colegas porteñas en la una final del Ponyvoleibol que atrajo el lleno a las tribunas de un coliseo con muy buen público.

El calor del improvisado lugar, los aplausos de las bullangueras barras, los abrazos sudorosos de sus compañeras y los elogios de técnicos rivales, son los que extrañará desde hoy Yineth en su camino de vuelta a Caucasia, donde esperará a ver si les dan el premio que ella espera. No dinero, sino el viaje a tierras santanderanas, para jugar un torneo nacional con el fin de saber cuál es el nivel y perder el miedo a la competencia, con esa ilusión que se hace sueño cumplido de jugar una final en Medellín... y poder ganar.
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