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El concejal de Medellín por la Alianza Social Independiente,
Luis Bernardo Vélez, sostuvo que en la ciudad se hacen "redadas" de habitantes de calle "de manera ilegal y forzada", y en el Centro de Protección para la Vida, de la Alcaldía, en Barrio Triste, son mezclados con infractores de normas y "enjaulados" en patios con rejas hasta por 24 horas.
Su denuncia es parte de lo que él considera falta de una política pública de la Administración Municipal para atender a esta población. Según cifras oficiales de 2010, las últimas que hay al respecto, por la ciudad divagan unos 3.500 habitantes de calle.
De acuerdo con Vélez, la estrategia de la Alcaldía se enfoca en la seguridad, pero carece de un censo que detalle este grupo poblacional.
El corporado lamentó que, según su información, en los últimos días fueron asesinados siete habitantes de calle en diferentes circunstancias.
Jeffrey Charles Winchell, presidente de la Fundación Visibles, que trabaja por la población vulnerable del centro de Medellín, consideró que esta administración ignoró a los habitantes de calle, pero luego intervino el problema.
El alcalde,
Aníbal Gaviria, dijo que algunas personas que salieron de las ollas de vicio quieren volver a ellas, pero "seguimos contundentes en acciones sociales y en el ataque a bandas criminales que distribuyen droga". Añadió que la Alcaldía busca que esas ollas se mantengan selladas.
"A medida que sacamos personas de ollas de vicio enterradas se ha ido conformando una gran plaza de vicio al aire libre y eso no podemos permitirlo", declaró.
Subrayó que las acciones oficiales con habitantes de calle son legales y buscan la dignidad de esta población, con la que trabajan, anotó, desde hace más de 8 meses y "estamos próximos a usar la primera granja de rehabilitación".
Así, desmintió a quienes dicen que las recientes intervenciones se deben al Foro Urbano Mundial, que empezará el próximo sábado en la ciudad.